Una investigación académica concluye que en TikTok, uno de cada ocho videos acerca a los menores de edad a la narcocultura
Una investigación realizada por el Gabriel Brito para el Instituto de Internet de Oxford encendió las alarmas sobre un fenómeno en crecimiento en Ecuador: el reclutamiento digital de niños, niñas y adolescentes por parte de grupos de delincuencia organizada (GDO) mediante redes sociales, especialmente TikTok.
Según la investigación, uno de cada ocho videos que consumen los menores en esa plataforma estaría producido o vinculado a bandas criminales que operan en el país. Lejos de mostrar violencia explícita, estos contenidos se ocultan dentro de tendencias virales, música de moda y elementos visuales diseñados para captar la atención de los jóvenes.
El investigador Gabriel Brito advierte que esta tendencia reproduce patrones ya identificados en México, donde los Carteles de Narcotráfico han construido un sistema sofisticado de reclutamiento en línea. TikTok, por su formato dinámico y su alcance masivo entre audiencias jóvenes, se ha convertido en un terreno fértil para esta estrategia.
El objetivo principal, según el estudio, es normalizar y embellecer la figura del delincuente, asociándolo con riqueza, poder y respeto social.
Romantización de la vida criminal
El estudio señala que las bandas buscan construir una narrativa aspiracional alrededor de su estilo de vida. Por ello, muchos videos exhiben objetos materiales como autos de lujo, armas, joyas y prendas de diseñador, grandes cantidades de dinero y estereotipos de poder y lealtad.
Estas publicaciones presentan la idea de que incorporarse a una estructura delictiva es una vía rápida para obtener estatus y seguridad, sin mostrar las consecuencias reales asociadas a estas actividades.
La constante exposición a este contenido puede convertir a los jóvenes en blanco de reclutamiento indirecto, sobre todo en contextos donde la vulnerabilidad económica y social es alta.
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La situación violenta que vive Ecuador vuelve a niños y jóvenes más vulnerables
Según el investigador, la precariedad económica y la falta de oportunidades en cientos de hogares hacen que muchos adolescentes vean en los modelos promovidos por grupos criminales una salida aparente a la pobreza.
La promesa de dinero fácil, estatus y reconocimiento se convierte en un atractivo poderoso para quienes crecen sin opciones reales de un futuro digno. A esto se suma la normalización de la narcocultura, que se ha infiltrado con fuerza en plataformas como TikTok, donde figuras vinculadas al crimen organizado son presentadas como celebridades.
Armas, autos deportivos y estilos de vida ostentosos se muestran como ideales a seguir, reforzados por series, películas, videojuegos y música que incorporan referencias al narco como parte de su narrativa estética.
Otro elemento crítico es la falta de control en las plataformas digitales. Las redes sociales aún no cuentan con mecanismos eficaces para evitar que el contenido asociado a bandas criminales llegue a audiencias menores.
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La investigación advierte que los algoritmos agravan el problema, basta una sola interacción con un video relacionado para que la plataforma comience a recomendar más publicaciones del mismo tipo, generando un efecto de exposición continua difícil de detener.
Este fenómeno no es exclusivo de Ecuador. Desde la expansión de internet, grupos extremistas han recurrido al entorno digital para difundir mensajes y captar seguidores. Sin embargo, la situación ecuatoriana adquiere un matiz especialmente preocupante debido al incremento sostenido de la violencia, la fuerte presencia de grupos de delincuencia organizada (GDO) en zonas vulnerables y la ausencia de controles tecnológicos para proteger a la niñez y adolescencia.
Ante este panorama, Brito propone una serie de recomendaciones para enfrentar el problema. La primera es fortalecer la alfabetización digital entre padres, docentes y cuidadores, para que puedan comprender cómo operan los algoritmos y qué consumen realmente los jóvenes.
Se plantea exigir mayor responsabilidad a las plataformas tecnológicas, instándolas a mejorar los sistemas de detección y moderación de contenido vinculado al crimen organizado, especialmente en contextos de alto riesgo como Ecuador.
Gabriel Brito sugiere impulsar políticas públicas que actualicen los marcos regulatorios y promuevan programas de prevención y monitoreo del reclutamiento en línea.
El investigador Gabriel Brito alerta que, un 85% de consumidores de narcocultura es menor de 25 años, el país atraviesa una etapa temprana pero peligrosa de penetración del crimen organizado en el espacio digital.
El investigador en una entrevista para Ecuavisa.com, concluye que la combinación de pobreza, ausencia de regulación, algoritmos que priorizan contenido viral y una adolescencia hiperconectada crea el escenario perfecto para que los grupos criminales amplíen su influencia. Si no se actúa con rapidez y contundencia, TikTok y otras redes sociales podrían consolidarse como canales prioritarios de reclutamiento delictivo en Ecuador.