Crisis de gobernabilidad en Ecuador ¿qué opciones tiene Lasso?
El presidente Guillermo Lasso tiene una compleja tarea de gobernabilidad. Acaba de enfrentar un paro nacional de 18 días que complicó su relación con el movimiento indígena. A la par, en la Asamblea ya se ha consolidado una nueva mayoría liderada por el correísmo.
En el programa de Ecuavisa, Políticamente Correcto, los analistas Francisco Rocha, Roberto López, y la asambleísta de Creo, Ana Belén Cordeo, debaten sobre las salidas que tiene Ecuador para lograr acuerdos.
Consulta popular, diálogo, muerte cruzada, veto total.
Diálogo con la Asamblea
La asambleísta oficialista, Ana Belén Cordero, considera que es positiva que confluyan agendas entre el Gobierno y la Asamblea.
Sobre las urgencias en el Legislativo, planteó el tema del empleo e inversiones como prioridades; sin descuidar las intenciones de la oposición de reestructurar algunas comisiones como la de Fiscalización, que también integra la parlamentaria.
El analista Francisco Rocha dice que son claros los intereses del correísmo: "van por la reestructuración de las comisiones, van por el juicio político del Consejo de Participación Ciudadana". Incluso, dice que hay un interés de enjuiciar a la fiscal Diana Salazar.
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Roberto López, desde su mirada de constitucionalista, la intención del presidente de la Asamblea, Virgilio Saquicela, está "jugando a dos bandos", con su invitación al diálogo.
Gobernabilidad en Ecuador
López no ve otra salida que una nueva Asamblea Constituyente. Bajo su criterio, la actual Constitución impide que exista una alternativa para gobernar. "Es la elección más segura", planteó. A su criterio, es necesario desbloquear al país mediante esta vía, estableciendo los parámetros para que desde el Legislativo no puedan imponerse.
En esa línea, aclara que representantes visibles del movimiento UNES no podría participar porque existe una prohibición de que personas que tengan condenas por corrupción puedan postularse.
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A Rocha le preocupa que el presidente Guillermo Lasso no esté consciente de lo que sucede, dice que está "secuestrado" por un sector cercano a él, mientras en la Asamblea no tiene respaldo.
"O el Presidente resuelve conducir el país o está sentado viendo pasar", dice Rocha, haciendo énfasis en que está en sus manos lograr acuerdos. Además, le sorprende que tras 12 años de campaña, el Gobierno ni siquiera tiene opciones para los cambios en los ministerios.
¿Qué hacer con la Ley de Comunicación?
Por otro lado, el Jefe de Estado tiene en sus manos vetar de manera parcial o total la Ley de Comunicación aprobada por la Asamblea, que ha sido calificada como mordaza.
A criterio de Cordero, cabe un veto parcial, y aclara que la Ley no fue debatida por el Pleno, debido a que se trataba de una propuesta de minoría.
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Para Rocha, en cambio, la Ley demuestra la intención de la nueva mayoría de la Asamblea. Lo que le preocupa de esta propuesta es que, ataca a la opinión pública, más allá de las vulneraciones a periodistas. No cree que un veto parcial sea suficiente, dice que el presidente debería optar por el veto total.
El constitucionalista López coincide con la asambleísta Cordero, expresa que un veto parcial le permite ingresar temas alternativos a la Ley y componerla.