La nueva Asamblea Constituyente no podrá ser de plenos poderes, como ocurrió en 2008

La Corte Constitucional ha aclarado en sus fallos que una futura Asamblea Constituyente no puede ser igual a la de 2008, conocida como de plenos poderes.

En su último dictamen, que avaló la vía sobre el decreto de consulta popular del presidente, el organismo recordó que hay límites como el reconocimiento de la dignidad humana como fundamento del sistema jurídico y el respeto a los instrumentos internacionales de derechos humanos.

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Hay también normas de obligatorio cumplimiento, que son parte del derecho internacional como la prohibición de genocidio, esclavitud, discriminación racial, entre otras.

En otro dictamen de 2021, la Corte señala además que una Constituyente no puede cubrir competencias de otros órganos que ejercen el poder constituido. La justicia, por ejemplo.

El jurista Hernán Pérez Loose detalló en Contacto Directo lo que esto implica.

"No queremos que se dediquen a dar mandatos constituyentes, a interferir en los periodos de las personas, de los funcionarios elegidos o no elegidos.No pueden interferir emitiendo leyes", expresó.

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Es decir, que la actual Asamblea, por ejemplo, debe funcionar a la par de la Constituyente. En eso parecen estar claros incluso en el oficialismo.

"Similar a la que se dio en el 97, y que en ese momento siguió operando también un Congreso Nacional, en este caso, la Asamblea Nacional", exclamó Esteban Torres, legislador oficialista.

El Ejecutivo propone que, para ser constituyentes, los candidatos cumplan los mismos requisitos que para ser asambleístas, es decir, tener 18 años.

Aunque esto ha recibido críticas por la delicada misión que tendrán quienes redacten la nueva Constitución, la Corte tampoco ha permitido reformas para añadir requisitos en la actual Asamblea.

Pérez Loose sugiere que se le pida a las organizaciones políticas que auspicien en sus listas al menos a dos o tres personas o que tengan experiencia en materia jurídica.

Añade que una nueva Constitución debe pensarse con visión de país y no como antes, que para escribir una Carta Magna se la pensó más bien como un plan de gobierno.