¿Bajar la velocidad sin radares? El desafío de Ecuador para frenar los siniestros de tránsito

En los primeros nueve meses de 2025, Ecuador registró 1 727 muertes por siniestros de tránsito, 100 más que en el mismo periodo de 2024, de acuerdo a datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

Además, los siniestros de tránsito por exceso de velocidad aumentaron un 7 %, en un año donde todos los fotorradares del país dejaron de funcionar por un nuevo reglamento emitido de la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).

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Antes de esa publicación de la norma, el Gobierno ya había actuado sobre los radares de velocidad, al suspender decenas de dispositivos en 2024 que eran parte de un esquema recaudatorio, al ser colocadas en en pendientes y en zonas similares, así aumentando la posibilidad que se detecte una infracción.

Frente a los nuevos requisitos de calibración y homologación de los radares, las diferentes entidades de control vial no han podido multar esta infracción de tránsito, incluso en zonas donde había radares colocados de manera correcta y que cumplían con las reglas que hasta entonces estaban vigentes.

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Este impedimento seguirá hasta que se instalen nuevos dispositivos que sí cumplan con la norma. Actualmente, varios radares siguen luciendo con stickers que dicen "en calibración" o "clausurado".

Si bien algunos municipios, como Quito, hacen que sus radares solo notifiquen cuándo hay exceso de velocidad, expertos señalan que la inhabilitación de estos aparatos para emitir un castigo económico han hecho que se quite un efecto disuasivo de no infringir la ley en las carreteras.

"Cuando atravesamos una vía con un radar que tiene un sello de clausurado, mandas el mensaje al conductor de que 'tranquilo, aquí no te pasa nada'", mencionó Andrea Flores, especialista en Movilidad, en una entrevista radial.

Las acciones pendientes frente al exceso de velocidad

Ante la previsión que no habrá radares habilitados para poder multar los excesos de velocidad, se han ejecutado varias acciones para enfrentar esta problemática.

La Agencia de Tránsito y Movilidad (ATM) de Guayaquil lanzó el pasado 17 de diciembre la campaña La velocidad mata, en estas fiestas baja la velocidad.

Allí se mencionó que a lo largo del 2026 reforzarán medidas como la instalación de paneles informativos de velocidad, la activación de mensajes variables en vías principales, operativos con radares móviles y la reactivación de la Lotería del Radar, que premiará a conductores que respeten los límites y no registren infracciones.

Ante el apagón de los radares fijos, la solución más directa que han tomado Quito es el fortalecimiento del control humano asistido por tecnología portátil, mediante cinemómetros.

De esta manera, el agente detiene al vehículo inmediatamente para notificar que ha excedido la velocidad, así generando un efecto disuasivo inmediato en el conductor.