El riesgo país de Ecuador baja a 733 puntos, el nivel más bajo desde febrero de 2022

El riesgo país de Ecuador se ubicó en 733 puntos este jueves 4 de septiembre, lo que significa una reducción de 16 puntos con respecto al miércoles 3. Se trata del nivel más bajo desde febrero de 2022.

El descenso ocurrió tras la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, a Quito. El funcionario expresó el respaldo de Washington al Gobierno de Daniel Noboa y a los planes de cooperación bilateral. Unas de las acciones en consonancia con ese apoyo es la declaratoria que hizo EE. UU. contra los grupos criminales Los Lobos y Los Choneros, los cuales son calificados desde ahora como organizaciones terroristas. "Son narcoterroristas", insistió Rubio este jueves.

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El máximo representante de la diplomacia estadounidense, que añadió que Washington está considerando la designación de otros grupos ecuatorianos como organizaciones terroristas, afirmó que la nueva denominación que EE. UU. otorga desde hoy a Los Lobos y Los Choneros permitirá al Gobierno de Donald Trump atajar las redes que financian a ambos grupos a través del sistema bancario, algo que dijo que ya se ha implementado con éxito contra bandas haitianas.

Para analistas económicos, la visita de Rubio refuerza la confianza de los inversionistas internacionales en la estabilidad política y financiera del país.

Durante los últimos meses, el riesgo país ha mostrado una tendencia a la baja. Según especialistas, la percepción favorable de los mercados responde tanto a los acercamientos internacionales como a los esfuerzos internos para ordenar las finanzas públicas y enfrentar la crisis de seguridad y violencia sin precedentes que afecta a Ecuador, y que lo ha llevado a estar a la cabeza de Latinoamérica en índice de asesinatos.

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El riesgo país mide la confianza de los mercados sobre la capacidad de una nación para cumplir con sus obligaciones de deuda. Un nivel elevado encarece el acceso a financiamiento, mientras que una reducción facilita la llegada de crédito externo e inversión extranjera.

Aunque la baja del indicador es vista como una buena noticia, persiste el desafío de sostenerla en el tiempo.