España y Portugal investigan el apagón masivo ¿Sabotaje informático o fallo técnico?
El Gobierno español y la Justicia anunciaron el martes 29 de abril una investigación a fondo sobre el apagón masivo que el lunes dejó sin electricidad a millones de personas en España y Portugal durante varias horas. Las autoridades no descartan ninguna hipótesis, incluyendo la posibilidad de un “sabotaje informático”.
"Se van a tomar las medidas necesarias para que esto no vuelva a suceder", aseguró el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una rueda de prensa, al anunciar la creación de una comisión de investigación liderada por el Ministerio para la Transición Ecológica.
El presidente añadió que "los técnicos de red eléctrica siguen realizando un análisis de su sistema" y que esperan tener resultados preliminares en las próximas horas o días. "No se descartará ninguna hipótesis hasta que tengamos los resultados", subrayó.
En paralelo, la Audiencia Nacional, tribunal encargado de los casos más complejos en España, abrió una investigación para determinar si hubo un sabotaje informático, lo que podría constituir un delito de terrorismo.
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Sin embargo, el gestor de la red eléctrica española (REE) descartó el martes que el incidente haya sido causado por un ciberataque.
"Con los análisis que hemos podido realizar hasta este momento, podemos descartar un incidente de ciberseguridad en las instalaciones de la red", declaró Eduardo Prieto, director de la Red Eléctrica Española.
Una postura respaldada por el primer ministro portugués, Luis Montenegro:
"Nadie puede decir cuál fue el origen, pero ya hay suficientes elementos para decir que no hay ningún indicio de una manipulación en el ciberespacio".
Tampoco se han hallado indicios meteorológicos inusuales. El operador eléctrico portugués REN desmintió un comunicado viral en redes sociales que atribuía el apagón a un "raro fenómeno atmosférico". Por su parte, la agencia meteorológica española tampoco detectó ninguna anomalía climática.
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La Comisión Europea, a través de su portavoz Paula Pinho, afirmó que el bloque "sacará las lecciones" del incidente y trabajará "en estrecha colaboración" con los operadores eléctricos para analizar "las razones, el grado de preparación y las lecciones a aprender".
El presidente Pedro Sánchez rechazó las críticas del partido de extrema derecha Vox, que vinculaban el colapso con el cierre de centrales nucleares.
"Quienes están vinculando este incidente a la falta de nucleares, francamente, o mienten o demuestran su ignorancia", afirmó.
Actualmente, la energía nuclear representa un 20% de la producción eléctrica española, frente al 40% generado por fuentes solar y eólica.
Cinco segundos para el colapso
La red eléctrica española explicó que el origen del apagón parece estar en una "fuerte oscilación de los flujos de potencia", junto con "una pérdida de generación muy importante", que provocó la desconexión de la península ibérica del resto del sistema eléctrico europeo.
"Esta pérdida de generación ha ido más allá de la perturbación de referencia" prevista para diseñar el sistema eléctrico europeo, dijo Prieto. Según Pedro Sánchez, el desplome fue vertiginoso: "una pérdida súbita del 60% de la energía de la red en apenas cinco segundos".
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La interrupción paralizó el tráfico ferroviario, afectando rutas principales como Madrid-Barcelona y Madrid-Sevilla, y dejó sin internet ni telefonía móvil a vastas zonas. En ciudades como Madrid y Barcelona, miles de personas se vieron obligadas a caminar para llegar a sus hogares.
Un regreso esperado con aplausos
El martes 29 de abril por la mañana, tanto la red eléctrica española como la portuguesa anunciaron haber restablecido completamente el suministro. En la estación de Atocha, los viajeros aplaudían cada anuncio de salida de trenes, según reportó una periodista de AFP.
El Metro de Madrid operaba con normalidad esa tarde, y la mayoría de las escuelas volvieron a recibir alumnos. Comercios y bares reabrieron sus puertas, y algunos ciudadanos se mostraron agradecidos por haber estado preparados con radios portátiles, velas y bombonas de butano.
"Dependemos absolutamente de los sistemas tecnológicos", reflexionó Marcos García, abogado de 32 años, mientras esperaba el autobús.
Tras una jornada caótica, la normalidad comienza a restablecerse en la península ibérica, aunque las autoridades continúan intentando esclarecer las verdaderas causas del colapso.