Los Lobos se han constituido en el actor dominante de la criminalidad en Quito

Los dos hombres que fueron arrojados en la quebrada de Guápulo junto a la avenida Simón Bolívar, en el centro-oriente de Quito, fueron víctimas de secuestro extorsivo, revelaron los investigadores de la Policía Nacional. Uno falleció por el impacto de aproximadamente 30 metros y otro fue trasladado a un centro asistencial.

El sobreviviente contó que con su compañero acudieron al sector de La Florida, en el norte de la urbe, para continuar con los trámites de la compra-venta de un vehículo. Ingresaron a una vivienda y allí fueron secuestrados por los maleantes, quienes finalmente los llevaron al puente, por el que circulan cerca de 75 mil autos diariamente, para arrojarlos.

Este caso es una muestra más de la profunda crisis de inseguridad y violencia por la que atraviesa Quito. En la actualidad, la principal ciudad del Ecuador, que cuenta con tres millones de habitantes, ha sido escenario de ataques terroristas, casos de sicariato y secuestro extorsivo, asaltos violentos, extorsiones (vacunas) a negocios y toda clase de delitos que tiene a la gente en zozobra.

Datos de la Fiscalía General refieren que, desde 2023 hasta el 31 de marzo de 2025, 32 217 denuncias se han registrado en el Distrito Metropolitano de Quito por robos a personas, viviendas, bienes, accesorios y autopartes, carros, motos y unidades económicas. En 2023 se dieron 14 351 frente a las 14 116 del año anterior, lo cual refleja una ligera disminución. Hasta marzo de 2025 se han dado 3 750.

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Si bien esa institución reporta una baja de los delitos, la percepción es diferente en las calles y barrios: la gente está asustada por la delincuencia. Uno de los casos que causó mayor conmoción fue el asesinato de un hombre en el barrio Ecuador, al extremo norte de Quito, a las 05:49 del 1 de abril. Lo apuñalaron en la cabeza tras un asalto.

Los vecinos organizaron una marcha de protesta con antorchas por la inseguridad y la delincuencia. Afirmaron que los atracos se dan a cualquier hora y que la Policía Nacional no realiza los patrullajes suficientes. Hicieron un llamado a las autoridades para que este tipo de incidentes no vuelva a repetirse.

Días atrás, el pasado 22 de marzo, delincuentes arrojaron una bomba molotov al interior de una tienda de abarrotes en San Juan Calderón, también al extremo norte de la urbe. El hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad. En las grabaciones se puede observar cómo uno de los individuos se acerca al negocio y lanza el explosivo. Tras la detonación, las perchas con frutas y golosinas se encendieron.

Al interior estaba el dueño y unos clientes. Los vecinos del barrio se quejaron de que cerca se ubica una Unidad de Policía Comunitaria (UPC), la cual pasa cerrada la mayor parte del tiempo.

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En una entrevista con Ecuavisa.com, la propietaria del local dijo que no recibió amenazas o algo parecido.

¿A qué se debe este tipo de incidentes? ¿Existe una banda delictiva detrás de todas las redes criminales que operan en la ciudad? Un estudio de Insight Crime, una fundación dedicada al estudio y a la investigación de amenazas para la seguridad nacional y la ciudadana en América Latina, señala que la organización Los Lobos se "ha establecido como el actor criminal dominante en Quito".

Se asentaron en la capital, donde tomaron el control de las numerosas oportunidades criminales y se consolidaron como una de las redes criminales más poderosas. Para Mario Carrillo, experto en seguridad y exsubdirector del SNAI, los problemas de violencia comenzaron en las cárceles. Se pensó que todo iba a quedar allí y que no sobrepasaría de los centros de rehabilitación social del país.

"Yo fui uno de los primeros que advertí eso y que se iban a calentar las calles. Ahora, el tiempo nos ha dado la razón", expresó a Ecuavisa.com. A su juicio, en el país hay demasiadas condiciones que fomentan la problemática como un Código Orgánico Integral Penal (COIP) con errores y una Asamblea Nacional que no legisla para garantizar la seguridad del país. A esto se suma que hay un sistema de justicia corrompido que no ha logrado recomponerse.

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¿Cómo operan Los Lobos en Quito?

Este GDO tiene su base de operaciones en la capital -señala el experto- pero también se encuentra en otras ciudades. Tiene jurisdicciones y por eso ocurren las disputas violentas de los territorios. Es el que controla a los delincuentes de la esquina y les entrega sus lineamientos; es decir, regula y da las disposiciones delincuenciales.

Posee cadenas de mando, armamento de alta gama, equipamiento y entrenamiento. "Se va en contra de las bandas menores que no quieren acatar sus disposiciones" y eso ocurre en la capital. Controla todas las extorsiones, secuestros. Los Lobos dan la disposición de quién, cuándo y dónde secuestrar. Se trata de una corporación criminal que hasta estudia las vulnerabilidades del Estado y ahí golpean.

Está presente en casi todos los hechos delictivos de la ciudad. Por ejemplo, en la balacera registrada la madrugada del pasado 9 de marzo, en la Autopista General Rumiñahui. Un delincuente terminó abatido y hubo tres aprehendidos.

Uno de los participantes del enfrentamiento armado, fue alias Pepe, ciudadano colombiano y cabecilla del grupo terrorista Los Lobos. Así lo confirmó el director Nacional de Control de Tránsito y Seguridad Vial, Cristian Barreiros.

El hecho, según detallaron fuentes oficiales, ocurrió luego de una persecución ininterrumpida entre los agentes del orden y un auto tipo SUV 4X2. Los ocupantes del vehículo realizaron maniobras evasivas a la altura de la av. Ilaló y General Enríquez.

Barreiros señaló que alias Pepe fue quien abrió fuego en contra de los uniformados, desde el asiento del conductor, pero huyó de la zona. Él es requerido por las autoridades de su país por delitos como robo y parricidio (asesinato de su padre).

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Otras organizaciones criminales en Quito

Fernando Carrión es experto en seguridad y catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Afirma que, en Quito, los hechos de violencia se intensificaron desde octubre de 2024. La razón: la declaratoria del conflicto armado interno, emitida el 9 de enero del mismo año, y sus efectos posteriores. Durante dos meses y medio cayeron notablemente los homicidios, principalmente por la fusión entre FF.AA. y Policía; asimismo, las organizaciones criminales decidieron no confrontarse con el Estado y se replegaron.

Sin embargo, desde marzo de 2024, la tasa de homicidios empieza a subir lentamente y en octubre se dispara, ¿Cuál es la razón? La crisis energética que vivió el país. Además, hubo organizaciones cuyas cabecillas fueron golpeadas. "Eso implica que se fragmenten. Si en enero del año pasado eran 22 grupos de delincuencia organizada, ahora supongo que son 35 o 38".

Esto provocó que se fortalezcan las que tenían la relación externa con el narcotráfico, pero las que se fraccionaron comenzaron a cometer otros hechos delictivos: extorsión (vacunas) y secuestros para mantenerse activas. Por eso, en los tres meses de este año hubo 2 361 homicidios a escala nacional, que son un 65% más alto que el mismo periodo del año pasado.

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La misma lógica se ha reportado en Quito y en todo el territorio nacional. Ahora, las organizaciones que mantienen sus nexos del narcotráfico, a escala internacional, mantienen nexos con las bandas nuevas que se van creando. "Es una relación de franquicia, una reproducción del modelo o una especie de tercerización. Es decir, la contratación para hechos delictivos como el sicariato".

En la capital -acota el experto- operan las tres organizaciones criminales más grandes: Choneros, Lobos y Tiguerones. "Lo que ocurre es que su presencia está medida por otro tipo de organizaciones que dependen de estas grandes".

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