En condiciones poco salubres funciona Facultad de Medicina de la U de Guayaquil

Ya han perdido la noción sobre cuánto tiempo llevan los cadáveres en esta piscina de formol.

 

Son los que utilizan los estudiantes de Medicina de la Universidad de Guayaquil para sus prácticas.

 

Pondrán uno en una camilla de acero y lo llevarán al aula. El olor es penetrante.

 

No son las mejores condiciones de salubridad reconoce el presidente de la comisión interventora que está en la universidad, Jorge Kalil.

 

Pero esta falta de cuidados no es el único problema. La tecnología es algo que se desconoce por aquí. En el laboratorio de Morfología los equipos tienen más de 40 años y hacen falta otros implementos.

 

El rector encargado de la universidad, José Apolo está consciente de estos inconvenientes.

 

Para Kalil, todo pasa por un problema de gestión. Se refiere por ejemplo, hace tres años se construyó una nueva área para las piscinas de cadáveres, pero hasta ahora se ha utilizado.

 

Pero hablando de gestión, irónicamente, en el aula junto a estas piscinas, un grupo de estudiantes de la cátedra de Anatomía ha conformado un taller para mejorar su nivel académico.

 

Lo dirige uno de los profesores. Aquí no es necesaria la mascarilla. Con sus propios recursos, han conseguido los cadáveres que los mantienen no con formol sino con glicerina.

 

Según el Consejo de Educación Superior, la Universidad de Guayaquil tiene más de 80 mil alumnos. Su presupuesto bordea los 150 millones de dólares, y en los próximos días se determinará los cambios que realizarán en infraestructura para mejorar las condiciones en las que se preparan nuestros médicos.