El solsticio marcará el inicio oficial de la estación más fría, con menos horas de luz solar y posibles temperaturas más cálidas de lo habitual, según proyecciones climáticas.
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El invierno 2025 en el hemisferio sur comenzará oficialmente el 20 de junio, ya que ocurrirá el solsticio de invierno. Este fenómeno astronómico, marcará el día más corto y la noche más larga del año, dando inicio a la estación más fría del calendario.
¿Qué es el solsticio?
El solsticio es mucho más que un evento astronómico es también un momento simbólico que ha sido celebrado durante siglos por diferentes culturas alrededor del mundo. La palabra proviene del latín solstitium, que significa “sol quieto” o “sol estacionario”, y ocurre dos veces al año, marcando el inicio del verano o del invierno, según el hemisferio.
Durante el solsticio de junio, el eje de la Tierra se inclina 23,5 grados hacia el Sol, lo que provoca que en el hemisferio norte haya días más largos y más luz solar, señalando el comienzo del verano. En el hemisferio sur, en cambio, ocurre lo opuesto, hay menos luz y más oscuridad, lo que da inicio al invierno.
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Además de su importancia científica, como lo explica la NASA, el solsticio ha sido, y sigue siendo, motivo de celebraciones tradicionales en muchas partes del mundo. Por ejemplo, en los Pirineos se realizan las “fiestas del fuego”, donde jóvenes bajan la montaña con antorchas encendidas para iluminar faros, en un ritual que simboliza el paso de la adolescencia a la adultez.
En los países escandinavos se celebra el midsummer, una festividad con bailes, comida y rituales al aire libre para dar la bienvenida al día más largo del año. En Europa del Este, pueblos eslavos como los rusos o ucranianos celebran el Ivan Kupala, donde se usan coronas de flores y se saltan hogueras como símbolo de purificación y buena fortuna.
Incluso en Brasil, las tradicionales fiestas juninas, aunque hoy tienen un carácter católico al homenajear a santos como San Antonio y San Juan, tienen raíces en los antiguos festejos del solsticio europeo traídos por los colonizadores portugueses. Con el tiempo, estas celebraciones se mezclaron con influencias indígenas y afrobrasileñas, convirtiéndose en una de las festividades más populares del país.
Así, el solsticio no solo marca un cambio de estación, sino también un momento de renovación, comunidad y conexión con la naturaleza que aún hoy se mantiene vivo en muchas culturas
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