Crisis económicas: comida y brillo labial como refugio emocional

En la publicidad actual, no es raro ver imágenes de comida deliciosa en comerciales de moda y belleza, o notar que productos como el brillo labial experimentan picos significativos en su popularidad en ciertos momentos económicos críticos. ¿A qué se debe esta combinación? La respuesta tiene raíces tanto en la psicología del consumidor como en las dinámicas económicas globales.

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La comida, especialmente los postres, snacks y bebidas, se ha convertido en un recurso recurrente en la publicidad de productos que a primera vista no tienen nada que ver con la gastronomía, como la moda, los perfumes o el maquillaje. Esto no es casualidad.

Mostrar alimentos en los comerciales cumple varias funciones clave:

Conexión emocional: La comida evoca placer, confort y calidez. En tiempos de incertidumbre o estrés económico, estas sensaciones son muy valoradas, porque ofrecen una experiencia accesible y satisfactoria para el consumidor. Un cupcake, una bebida dulce o un snack apetitoso funcionan como símbolos de pequeños placeres cotidianos que cualquiera puede permitirse.

Accesibilidad y cercanía: En épocas donde los grandes lujos se ven fuera del alcance, las marcas apuestan por transmitir que sus productos son alcanzables y brindan una experiencia positiva sin necesidad de gastar mucho.

Estética visual: La textura, color y brillo de la comida resulta muy atractiva en imágenes y videos, lo que ayuda a captar la atención y a hacer que el anuncio sea más memorable.

Tendencias en redes sociales: En plataformas como Instagram o TikTok, la comida estilizada es un contenido muy popular y “viral”, por lo que las campañas publicitarias adoptan esta estética para conectar con audiencias jóvenes y digitales.

El brillo labial, aunque parece un producto simple, ha sido estudiado como un indicador económico informal conocido como el “Índice del pintalabios”. Esta teoría sostiene que cuando la economía atraviesa crisis o desaceleraciones, las ventas de productos de belleza accesibles, como el labial o el gloss, tienden a aumentar.

¿Por qué ocurre esto?

Lujo pequeño y accesible: Cuando las personas no pueden gastar en grandes lujos, buscan pequeñas indulgencias que les hagan sentir bien sin afectar mucho su bolsillo. El lip gloss, que suele ser barato, cumple ese rol a la perfección.

Sensación de renovación: Usar un brillo en los labios aporta frescura y autoestima, ayudando a las personas a sentirse mejor consigo mismas en momentos difíciles.

Patrones históricos: Tras eventos como la crisis financiera de 2008 o la pandemia de COVID-19, se registraron aumentos notables en las ventas de este tipo de cosméticos.

Tanto la presencia creciente de la comida en los comerciales de moda y belleza, como los picos en ventas de productos como el lip gloss, responden a una misma estrategia de consumo:

En tiempos de crisis o incertidumbre económica, los consumidores buscan refugio en placeres pequeños, emocionales y accesibles.

Por eso, las marcas utilizan imágenes de comida que evocan confort y bienestar, y apuestan por productos que funcionen como accesible para mantener a su audiencia conectada y satisfecha.

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