7 hábitos de seguridad personal que la mayoría olvida hasta que ya es tarde
En la vida cotidiana, muchas personas tienden a subestimar pequeños hábitos que pueden marcar la diferencia entre estar a salvo o convertirse en víctima de un delito.
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Robber holding vintage padlock
La confianza excesiva en la rutina, la distracción provocada por los teléfonos móviles o el desconocimiento de medidas básicas de prevención son factores comunes. Aquí presentamos siete hábitos de seguridad personal que suelen ser ignorados hasta que ocurre un incidente.
1. Compartir de más en redes sociales
Subir en tiempo real tu ubicación, mostrar boletos de avión o publicar que estás solo en casa son prácticas comunes que pueden dar información valiosa a delincuentes. Según un informe de la Guardia Civil en España, muchos robos en domicilios se planifican gracias a información compartida en plataformas como Instagram o Facebook.
2. No verificar quién está detrás antes de abrir la puerta
En muchos casos de robos domiciliarios o incluso agresiones, los delincuentes se valen del descuido o la confianza de las víctimas. Abrir la puerta sin mirar por la mirilla o sin utilizar intercomunicador puede ser un error fatal. En países como México o Argentina, este tipo de delitos han sido ampliamente documentados.
3. Descuidar los trayectos rutinarios
Salir todos los días a la misma hora, por la misma ruta y sin estar atento a lo que ocurre alrededor puede convertirte en blanco fácil. Según información de la policía Nacional del Ecuador, los criminales suelen estudiar los patrones de sus víctimas antes de actuar. Cambiar horarios y rutas puede parecer incómodo, pero es una estrategia efectiva para evitar ser predecible.
4. No tener un contacto de emergencia actualizado
En caso de accidente, extravío o situación de riesgo, tener un contacto de emergencia visible en el teléfono puede salvarte. Muchas personas no tienen configurada esta opción o su número de emergencia pertenece a alguien que ya no tiene disponibilidad.
5. Caminar distraído con el teléfono o audífonos
La falta de atención al entorno es una de las principales causas de robos en vía pública. En ciudades como Bogotá, Lima o Guayaquil, los teléfonos móviles son los objetos más robados, y los ladrones suelen aprovechar el momento exacto en que el usuario está distraído o con audífonos para actuar.
6. No conocer las salidas de emergencia
Ya sea en un centro comercial, edificio de oficinas o incluso en una discoteca, saber dónde están las salidas de emergencia puede marcar la diferencia durante una situación crítica como un incendio o un ataque. La tragedia de la discoteca Factory en Quito en 2008 es un ejemplo trágico de cómo la falta de señalización y conocimiento de rutas de escape puede tener consecuencias fatales.
7. Ignorar el instinto
Muchas víctimas de delitos aseguran que “algo no les parecía bien” antes de que ocurriera el hecho. Ignorar ese presentimiento, seguir adelante con una conversación sospechosa o entrar a un lugar inseguro a pesar de sentir incomodidad puede ser un error. La psicología explica que “El instinto es una señal primitiva de alerta, y debemos aprender a escucharlo”.
La seguridad personal no es paranoia, es prevención. Adoptar hábitos conscientes y estar alerta no garantiza estar completamente a salvo, pero sí reduce significativamente las probabilidades de ser víctima.
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