22 abr 2020 , 02:25

Las placas tectónicas comenzaron a moverse hace unos 3.200 millones de años

La Tierra primitiva puede haber sido más parecida a la Tierra actual.

La tectónica de placas, que ha ayudado a dar forma a los continentes, podría haber comenzado hace más de 3.200 millones de años, por lo que la Tierra primitiva sería más parecida a la actual de lo que se pensaba y más favorable para el origen y la evolución de la vida.

 

Esta nueva teoría se expone en un estudio que publica hoy Science Advances y que tratar de dar nuevas respuestas a la cuestión de cuándo las placas tectónicas empezaron a moverse, pues los geólogos no tienen un visión unánime.

 

Uno de los autores del estudio Alec Brenner, del Laboratorio de Paleomagnética de la Universidad de Harvard, indicó en una rueda de prensa telefónica que si la tectónica de placas ya existía hace 3.200 millones de años, “eso sería un argumento a favor” de que la Tierra primitiva era “ya geológicamente bastante moderna”.

 

Eso significa -explicó- que “la Tierra primitiva puede haber sido más parecida a la Tierra actual de lo que se ha sugerido anteriormente y, más específicamente, los antiguos ambientes de la Tierra pueden haber sido más favorables para los orígenes y la subsiguiente evolución de la vida”.

 

La capa exterior de la Tierra está formada por unos quince bloques rígidos de corteza en los que se se encuentran los continentes y océanos.

 

Un elemento que define la moderna tectónica de placas es el gradual pero constante movimiento horizontal de las placas que chocan, se separan y se deslizan unas sobre otras, moldeando montañas y desatando terremotos.

 

Expertos de las universidades de Harvard, Yale, Técnica de Michigan y California, realizaron un análisis del magnetismo persistente en los núcleos de rocas de basalto de casi 3.200 millones de años de antigüedad en el cratón de Pilbara (este de Australia)

 

Un crátón es un trozo de corteza primordial, grueso y muy estable. Normalmente se encuentran en medio de las placas tectónicas y son los antiguos corazones de los continentes, lo que les convierte en el lugar natural para estudiar la Tierra primitiva.

 

Como los investigadores conocían las edades de las rocas, que cristalizaron en diferentes momentos dentro de un solo bloque de la corteza, pudieron deducir cambios en la latitud del bloque a lo largo de millones de años.

 

Los datos revelaron que esa sección de la corteza se desvió hace 3.200 millones de años a una velocidad media de, al menos, 2,5 centímetros por año, una velocidad comparable a la observada hoy en día.

 

Los análisis proporcionan “fuertes evidencias” de un “gran cambio” en la latitud del bloque en relación con los polos magnéticos de la Tierra entre 3.350 y 3.180 millones de años atrás”, según un comunicado.

 

Estas pruebas retrasan la fecha de inicio de la tectónica de placas moderna, apoyando la teoría de que los cambios en la corteza han sido el resultado de procesos continuos y uniformes similares a los que observamos hoy o, al menos, que la corteza ha experimentado un cambio intermitente entre episodios de movimiento e inmovilidad.

 

El geólogo consideró que, según las evidencias parece “mucho más probable” que el movimiento de placas haya comenzado en la Tierra primitiva, el cual dio forma a la ubicación de los continentes.

 

Pero, “también expuso nuevas rocas a la atmósfera, lo que llevó a reacciones químicas que estabilizaron la temperatura de la superficie de la Tierra durante miles de millones de años. Un clima estable es crucial para la evolución de la vida”, recordó. 

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