19 abr 2022 , 15:31

¿Las cosquillas te pueden matar?

Cuando se realizan suavemente resultan placenteras, sin embargo, cuando son más intensas pueden tornarse una verdadera tortura.

Es muy probable que te hayan hecho cosquillas en algún momento de tu vida, ya sea de manera voluntaria con pequeños movimientos o de forma involuntaria con el roce con otra persona, y aunque puede ocurrir en todo el cuerpo, los lugares más comunes son las axilas, la caja torácica, la planta de los pies. Hay personas que pueden llegar a sentir más cosquillas que otras.

Cuando se realizan suavemente resultan placenteras, sin embargo, cuando son más intensas pueden tornarse una verdadera tortura. En realidad, las cosquillas constituyen una reacción de autodefensa del organismo, es decir, un instinto primitivo que obliga a reaccionar al cuerpo ante situaciones de peligro como, por ejemplo, prevenir los ataques ponzoñosos de una araña o un escorpión que caminan sobre la piel.

Esta es la razón por la que no podemos hacernos cosquillas a nosotros mismos: si nuestro cerebro no tuviera la capacidad de realizar un seguimiento de los movimientos de nuestro cuerpo y las sensaciones que causan, sentiríamos constantemente como si nos cepillaran y pincharan, y sería difícil dedicar nuestra atención a algo más. Pero no es así: tu cerebro sabe que los dedos que te tocan en la caja torácica son tus propios dedos, por lo que marca la respuesta sensorial.

¿Se puede morir por cosquillas?

Si estas reacciones interfieren en la regulación de los músculos involuntarios que controlan la respiración, pueden causar espasmos e incluso asfixia. La situación de estrés que produce el cosquilleo también puede ocasionar un fallo cardiaco, eso sí, siempre y cuando la persona padezca alguna dolencia en el corazón. Ambos casos son muy extraños en la literatura médica, y lo normal es que las consecuencias más nefastas de unas cosquillas no pasen del enfado de la víctima mientras se retuerce de risa.

Investigaciones aseguran que esta práctica se realizaba en China hace muchos años, como en la Dinastía Han (206-220 d.C) como método de castigo para los traidores, ya que no dejaba marcas. No obstante, no hay registros de ninguna muerte debido a este tipo de sufrimiento.

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