Antártida: científico ecuatoriano estuvo 30 días en un buque a temperaturas bajo cero, ¿qué investiga?

Pablo Araujo estuvo un mes (del 1 de febrero al 2 de marzo) en la Antártida, en el paralelo 67 por debajo del Círculo Polar Antártico, tomando muestras en glaciares para entender el comportamiento de los gases del efecto invernadero, en relación al deshielo de los glaciares y su efecto en el calentamiento global.

Se trata de un profesor titular de la Universidad Central del Ecuador, de la facultad de Ingeniería Química. Es uno de los científicos ecuatorianos de la expedición número 26. En su caso, compartió misión con la séptima de Turquía, en la 'Horseshoe Island'.

Las expediciones a la Antártida parten de Punta Arenas, en Chile, ahí fue la entrevista de Araujo con Ecuavisa.com, cuando estaba regresando. Ese es el punto de entrada y salida.

Los participantes reciben un uniforme polar que tiene la bandera de Ecuador, es la última capa de ropa que sirve para protegerse del agua y viento; por debajo deben usar dos capas más que les permita mantener el calor corporal.

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Desde ese lugar de Chile, al extremo sur del continente, toman el vuelo para la Isla del Rey Jorge donde comienza la expedición y luego, vía marítima, se transportan hasta Horseshoe Island. Ese viaje toma entre cuatro y cinco días, pero en esta ocasión se extendió a siete por las condiciones climáticas.

Ya en el sitio, la expedición turco-ecuatoriana prepara la logística cada día de las actividades que los científicos deben realizar. Establecen los puntos a los que deben ir para tomar las muestras de sus investigaciones y, en el caso de Pablo, partía en un bote, acompañado de una guía.

Una vez al pie de los glaciares, tomó las muestras en utilizando un instrumento que se llama botella de ninski. Para lograrlo se necesita la experticia que ya es parte de la formación del investigador, pero también un extremo cuidado, el agua en esta época alcanza temperaturas de -2°C y en el ambiente pudo sentir hasta -10°C.

Dependiendo de las actividades organizaban la preparación de los alimentos para el desayuno, almuerzo, merienda y cena.

No faltó el tiempo para el intercambio cultural y aprender un par de palabras en turco, aunque "la ciencia habla en inglés", dice Araujo para contar que todo el tiempo se comunicaban en ese idioma.

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Eran 22 personas destinadas a la base de Turquía, habían dos ecuatorianos: Pablo y Marcos Vera de la ESPOL de Guayaquil.

Además, dice que Ecuador está en la vanguardia de la ciencia y que también compartieron experiencias en ese ámbito.

Parte de la vivencia en la Antártida fue ver animales propios del lugar: ballenas, pingüinos, lobos marinos, especies de orcas.

Pero sin duda, lo que más le llamó la atención del profesor universitario fue conocer la Estación Científica “Pedro Vicente Maldonado”, inaugurada y operada por el Ecuador desde marzo de 1990.

Le sorprendió la capacidad que tiene el país con una base de investigativa de tal magnitud en la Antártida.

En alianza con el Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada, Inocar, la Universidad Central presentan proyectos anualmente para poder desarrollar actividades científicas.

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Pablo trabaja en la creación de un modelo para entender el comportamiento de los gases de efecto invernadero por el deshielo de los glaciares en la Antártida y poder usar ese modelo con técnicas de Inteligencia Artificial.

Entender de dónde salen los otros gases ayudará a desarrollar mejores estrategias para prolongar lo máximo posible el calentamiento global.

El proyecto se centra en entender el flujo de metano y el gas nitrogenado: óxido nitroso.

Son cerca de 47 puntos que están muestreados por la posición de los glaciares. Las muestras se dividen en dos, una parte va a Bélgica y otra llega a Ecuador, a ser analizada en la Universidad Central.

Con esos datos se codificar el modelo, y ahí se suma otro aliado; Estados Unidos, que intervendrá con Inteligencia Artificial

El próximo año se buscarán más glaciares, recorriendo una gran parte de la Península Antártica. Pero para esa experiencia, Pablo espera que sean "otros compañeros quienes puedan participar y vivir las condiciones de frío":

Pablo había ganado otros premios científicos en la Universidad Central, ese dinero debía ser invertido en investigación, por lo que vio oportuno destinarlo para financiar el viaje.

Los gastos en el buque de alimentación y demás se financiaron por el gobierno de Turquía.