17 ago 2013 , 12:14

Suspenden las labores de rescate del accidente de ferry en Filipinas

Se han recuperado 31 cadáveres y 172 personas continúan desaparecidas.

Las operaciones de rescate de las víctimas del accidente de un ferry que ha colisionado con un buque de carga frente a la costa de Cebú, en la zona central del archipiélago filipino, han sido suspendidas hasta el domingo por la mala meteorología, ha informado el diario nacional 'The Inquirer' en su edición digital.

 

Hasta el momento, se han recuperado 31 cadáveres y 172 personas continúan desaparecidas. El ministro de Transportes filipino, Joseph Emilio Abaya, ha explicado en rueda de prensa que las tareas de rescate en el mar han sido canceladas por el mal tiempo y que se retomarán el domingo.

 

El vicecomandante de la Guardia Costera, Luis Tuason, señaló que algunos de los desaparecidos pueden estar atrapados dentro del barco hundido a unos 30 metros de profundidad en aguas cercanas a la ciudad de Talisay, situada a unos 570 kilómetros al sur de Manila. «Puede que haya más cadáveres allí, pero hay cuerdas y nuestros buzos se pueden quedar atrapados», dijo Tuason, según el diario «Inquirer».

 

Al menos 757 personas —650 pasajeros y 107 tripulantes— han sido rescatadas hasta ahora, según la cadena filipina ANC. La empresa propietaria del ferry, 2GO, ha confirmado que en la embarcación viajaban 841 personas —723 pasajeros, entre ellos 86 niños, y 118 tripulantes—, por debajo del aforo máximo permitido de 1.010 personas pero por encima del registro oficial. El sobreaforo y las irregularidades en el registro en estas embarcaciones son prácticas habituales en Filipinas, un archipiélago de 7.100 islas, pese al mal estado de los ferrys.

 

Rápido hundimiento

De hecho, el barco hundido, de 40 años de antigüedad, habría solicitado un cambio pocos minutos antes del accidente, cuando enfilaba el puerto, si bien no se ha esclarecido si el carguero, propiedad de la compañía Philippine Span Asia Carrier, habría aceptado, según el jefe de la Guardia Costera.

 

El presidente de la empresa 2GO, propietaria del ferry, ha ratificado que los capitanes contactaron y ha señalado que el carguero no cambió la ruta, tal y como habrían acordado vía radio. Los capitanes de ambas embarcaciones han sobrevivido al accidente y permanecen retenidos a falta de ser interrogados por las autoridades, según Tuason. Según testimonios de uno de los tripulantes, el ferry se hundió en apenas diez minutos tras colisionar con el carguero.

 

«Ocurrió rápido. Sentimos que el carguero nos golpeaba y, minutos después, nos dimos cuenta de que nuestra embarcación se estaba inclinando», ha manifestado el pasajero Aldrin Raman a los periodistas. «Cogí un chaleco salvavidas y salté del barco. Vi a muchos pasajeros haciendo lo mismo», ha apostillado. «La colisión provocó un agujero enorme en el ferry y el agua empezó a pompear, ante lo que el capitán ordenó la evacuación del barco», ha explicado un tripulante a una emisora local. La mayoría de los pasajeros llevaban el chaleco salvavidas poco antes del hundimiento, según este testigo.

 

En cambio, otro pasajero, Jerwin Agudong, ha relatado que quedaron atrapadas numerosas personas, como si «no fueran capaces de salir», y ha asegurado que vio «cuerpos sin vida» en la zona. Las autoridades filipinas han iniciado una investigación para esclarecer cuántas fugas de fuel ha sufrido el ferry, una vez se han detectado manchas en las aguas cercanas al accidente.

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