La película Sound of freedom revela un grave problema que también afecta a Ecuador

La reveladora historia del tráfico sexual de niños llevada a la pantalla grande en la recientemente estrenada película Sound of Freedom (Sonidos de libertad) sigue causando conmoción a nivel mundial por lo explícito de los casos, muchos de ellos muy cercanos a la realidad latinoamericana que se vive a diario en países como Ecuador.

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Es que se trata de un guión basado en hechos reales, que surgió de las investigaciones de un agente federal que se desvincula del gobierno estadounidense para cumplir la misión de rescatar a menores de edad secuestrados por las mafias del tráfico de personas.

Estrenada en Ecuador la semana anterior, la película en Estados Unidos ya había recaudado alrededor de USD 200 millones luego de llegar a las salas de cine de ese país en julio pasado. Lo que ha sido considerado un éxito detrás una producción que inicialmente le costó conseguir financiamiento.

Los derechos, que pertenecían a la compañía Fox, pero pasaron a la cadena Disney, cuando esta adquirió a Fox, dejó a los productores en una situación incomoda luego de que Disney les anunciara que no le interesaba el film. Y luego de intentar con otras importantes compañías, fue una productora cristiana la que tomó el proyecto.

Un contrato con Angel Studios, y teniendo como productor al actor mexicano Eduardo Verástegui, quien además es un activista religioso y de derechos humanos, pusieron en marcha el rodaje en medio de varios desafíos y hasta amenazas contra su vida.

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Es que sin duda la película ha removido las fibras en varios estratos, sobre todo el de quienes están involucrados con la pedofilia, en una historia que retrata los casos que el agente Tim Ballard, investigó durante su etapa como miembro de la Oficina de Seguridad Nacional de los Estados Unidos y la CIA.

Sin embargo, ante las limitaciones que encontró en su país para lograr salvar a los niños de los cárteles del tráfico sexual, renunció, y ya por su propia cuenta se hace pasar por turista para lograr rescatar a los menores secuestrados en destinos paradisiacos de Colombia, Centroamérica, entre otros.

Previo al estreno de Sound of Freedom en Ecuador, el protagonista de la historia, Tim Ballard, quien es representado en el film por el actor Jim Caviezel, quien también ocupó el papel principal en la película La Pasión de Cristo, reveló durante un conversatorio con varios asistentes que pudieron ver la cinta junto a él, que en el país operaba una red de pedófilos en la provincia de Manabí, específicamente en la parroquia Canoa, perteneciente al cantón San Vicente.

Junto al productor Eduardo Verástegui, llegaron al Ecuador como parte de la promoción en cines de Quito y Guayaquil de Sound of Freedom. Ahí, aprovecharon para conversar con los asistentes sobre la importancia de la temática que también afecta a este país, por lo ocurrido en Canoa, donde, afirmó, abusaron de ciento de niños.

El exagente, explicó detalles del caso en el que, mediante un hotel, vendían niños menores de 10 años a los pedófilos. Y habló de al menos 300 menores de edad vulnerables a esta red que fue detenida en un operativo en junio de 2022 y posteriormente sentados en mayo de este año.

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Ballard, que se mostró ante el público con un fluido español, detalló que en esa localidad encontraron niños no solo ecuatorianos, también había venezolanos, probablemente producto de la migración masiva que ha generado en los últimos años de venezolanos a este país.

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Las detenciones realizadas en la parroquia Canoa, fueron posibles tras investigaciones en Ucrania, Países Bajos, México, hasta llegar a Ecuador.

Ya en la playa manabita fueron detenidos dos ciudadanos procedentes de Países Bajos, quienes hoy están sentenciados a 10 años de cárcel por el delito de pornografía infantil.

De acuerdo a los informes entregados por la Fiscalía en Ecuador, los holandeses, Matheus Hendrick Uittenbogaar y Luijs Lesley Gerardus Servaas organizaban fiestas en las que, bajo engaños y promesas de regalos y dinero en efectivo, levantaban el material audiovisual de abuso sexual, que luego compartían a través de Internet.

Varias víctimas, en sus versiones, señalaron haber sentido mareos y adormecimiento, luego de tomar las bebidas que los dos hombres les brindaban. Incluso se les ofrecía más dinero si llevaban a otros amigos para que formen parte de las fiestas.

Estos hechos fueron mencionados por el agente Ballard, quien dice haber participado en los operativos.

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