26 abr 2023 , 17:05

“Mi papá apuñaló a mi mamá en el corazón”: los testimonios de 3 niños en Ecuador sirvieron para una dura condena por femicidio

La mujer no quería volver con el hombre que la maltrataba a ella y al mayor de sus hijos

“Mi papá apuñaló a mi mamá en el corazón”, dijeron tres de los cuatro hijos de Humberto Segundo Ch., sentenciado en Ecuador como autor del femicidio de su cónyuge, Irene T.

Con base en la reproducción de los testimonios anticipados de los niños –de 7, 9 y 12 años– que presenciaron el hecho, más otras pruebas presentadas por la Fiscalía, el Tribunal de Garantías Penales de Napo le impuso al procesado una pena de 26 años de cárcel.

La Fiscalía probó que él asestó una puñalada a la madre de sus hijos, porque ella se negó a retomar la relación sentimental. Irene lo abandonó cuatro meses antes del crimen, debido a los continuos eventos de violencia física y psicológica que sufría ella y su hijo de 12 años por parte de Humberto Segundo Ch.

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Para acercarse a Irene T., el procesado utilizó a los padres de la víctima. Los convenció de que lo acompañaran a buscarla al domicilio que alquiló la mujer, con el fin de pedirle que regrese a la casa. Ya en el lugar, Humberto Segundo Ch. entró al inmueble y disimuladamente tomó el cuchillo de la cocina.

LA MADRE QUERÍA HACERLE "UNA LIMPIA" A SU HIJA

El niño de 12 años vio que el padre tomó un cuchillo y alertó a su abuela, pero ella no le creyó. La intensión de la madre al llegar a la casa era “hacerle una limpia” a su hija, para que reflexione y regrese con su marido.

Irene no quiso ningún acercamiento con su exconviviente, pues su decisión de separarse era irreversible.

Humberto Segundo Ch. forcejeó y arrastró a la mujer al exterior del inmueble, la abrazó y apuñaló en el pecho. Todo ocurrió frente a los cuatro hijos de la pareja y los padres de Irene T. Ellos quedaron perplejos y sin reacción ante la huida del agresor.

En la audiencia de juicio, la Fiscalía demostró que la conducta del procesado se adecuó a las características del delito de femicidio: dio muerte a su exconviviente por el hecho de ser mujer, debido a que no quiso retomar una tormentosa relación sentimental.

El Tribunal Penal, con base en las pruebas justificadas por la Fiscalía, reflexionó en su sentencia condenatoria y resolvió que Humberto Segundo Ch.acabó con la vida de su víctima "por el hecho de no querer regresar a la vida de violencia de la que quería escapar, todo lo cual ha probado la relación de poder existente, generando que la tipificación penal se adecue al delito de femicidio”.

La teoría del caso de la defensa del procesado giró en torno a que la víctima tenía otro compromiso, lo que "provocó la discusión que ocasionó la muerte violenta de la mujer". Este argumento no generó duda razonable en los jueces, para lograr una pena mínima o la ratificación de inocencia.

LOS NIÑOS SE QUEDARON SIN MADRE Y SIN PADRE

En la audiencia de juzgamiento, la psicóloga del centro de acogimiento institucional donde permanecieron los cuatro niños durante más de cuatro meses relató que —después del femicidio— no hubo familiares que asuman su cuidado y protección.

“El tema económico era el problema por el que la familia (materna y paterna) no quería estar con los niños”, testificó.

Actualmente están al cuidado de un pariente materno, con quien se trabajó en el proceso de reinserción familiar de los niños.

Ellos continúan recibiendo asistencia psicológica y psiquiátrica, debido al cuadro depresivo generado por haber vivido situaciones de violencia y presenciado el femicidio de su madre, y temen que su padre salga en libertad y les quite la vida.

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