03 ago 2023 , 14:14

Drogas Ecuador: los problemas familiares en edades tempranas incentivan el consumo de sustancias

Según datos de la ONU, hasta 2020 Ecuador tuvo el mayor número de atenciones de tratamiento brindados en la región con 110,970 personas atendidas por uso de opioides, cannabis, cocaína o pasta de base.

La producción y el tráfico de drogas a escala global aumenta cada año, según el último Informe Mundial de Drogas realizado en 2022 por las Naciones Unidas. Si bien en este se destaca que, en ese año, Ecuador fue el tercer país con mayores incautaciones de cocaína luego de Estados Unidos (11%) y Colombia (41%), representando el 6.5% de éstas a nivel mundial.

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A pesar de ello, el consumo de sustancias sujetas a fiscalización es alto y se ha convertido en una problemática social. Las últimas cifras de la ONU exponen que 284 millones de personas, de entre 15 y 64 años, consumieron drogas en todo el mundo en 2020. Esto supone un aumento del 26% respecto a la década anterior. Además, la fabricación de cocaína creció un 11% a partir de 2019 hasta alcanzar un récord de 1.982 toneladas en 2020, según el mismo informe.

Ecuavisa recogió los testimonios de consumidores de estas sustancias para determinar los motivos de su uso, y las consecuencias que trae.

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Jacinta, guayaquileña

"Mi padrastro abusó de mí y mi mamá no me creyó. Le creyó a él y a mí no. Pensé que con esto yo podía olvidar todo, pero cuando me di cuenta, yo ya estaba embarcada en esto. Acostarme con los hombres, eso a mi no me gusta. A veces llorando lo hago. Me dan USD 2, USD 3, hasta USD 1 y me compro mi droga.

Quedé embaraza de un señor que hasta el día de hoy no sé de él porque me dejó botada con la bebé. Yo pensé que la niña me iba a salir enferma pero, gracias a Dios, no me salió mal. Mi hija la tiene una madrina mía. La cuida porque yo no puedo porque sufro de ataques epilépticos y yo puedo perder el conocimiento y la puedo dejar botada por ahí.

Yo sé que nosotros somos consumidores de droga, pero todos tenemos sentimientos. Por eso es que chicos que tienen su padre y madre tienen que valorarlos. Valorar a su mamá y a su papá porque una ha necesitado de un padre, de una madre, pero nunca, nunca lo tuve. Por eso yo les digo, si usted tiene su hijito cuídelo, cuídelo mucho".

Pedro, esmeraldeño

"Yo formé parte del equipo cuando estaba Dusan Dráskovic en el Macara; en ese tiempo ya tenía 17 años. En un partido que tuve caí mal y me desvié la columna, desde ahí fue el paro de mi carrera. Cuando ya fui medio, medio recuperándome, me comencé a meter heroína.

La droga te va robando el amor de tu familia, de tu esposa, de tus hijos, hasta llegar a un momento en el que comienzas a vender todas tus cosas, solamente por la gana de consumir. Según yo, pensaba que eso me iba a ayudar a olvidar los problemas que tenía. Pero no, es mentira. Es cuando más problemas se te vienen encima.

Cuando yo tenía ocho meses de nacido, dicen que llegó mi mamá y me dejó en los brazos de mi abuela y se fue. Ya cuando tenía razón, tenía 12 años ella regresó, según ella a buscarme, pero ya era tarde. Ya no estaba ese amor de hijo hacia su madre porque no la conocía, recién la vine a conocer ya tarde. La única que estaba conmigo en las buenas y en las malas era mi abuela, que en paz descanse.

A veces he sentido ganas de salir corriendo, de quitarme la vida, porque he buscado una ayuda y no la tengo a veces".

Manuel, guayaquileño

"¿A lo más que he llegado? A esta heroína. Es lo más profundo. Cuando me metieron preso, ahí comencé a consumir droga; yo ahí tenía 20 años. De todas las drogas he consumido, todo, todo, todo. Me veo mal, flaco, todo acabado, chupado. Me duelen los huesos, me da vómito, tantas cosas que nos da. Mi hijo, Paco, consume droga también".

Iván, quiteño

"Vivía en unos barrios marginados en donde todo el mundo consumía. Entonces, empecé porque me parecía divertido estar en la calle. Y los que consumía, los pandilleros, me parecían lo más chévere. Entonces empecé a consumir cuando cumplí 11 años y me metí a la pandilla.

Viví algunas situaciones extremas de abuso en el hogar y maltrato emocional. Obviamente, todas estas cosas son como una cadena. Es decir, empezó por el abuso. Después del abuso empezó como un gusto, es decir me encanta todo tipo de sustancia que me altere porque evadía la realidad. Entonces seguí viviendo el consumo de drogas que me siguió quitando todo lo que tenía en la vida.

No quiero morir así, no quiero morir envenenado y quiero seguir viviendo. A pesar que tengo 48 años, conozco gente que ha salido y ha podido hacer algo con su vida y dije, yo también puedo. Puedo cambiar mi estilo de vida. Puedo dejar de consumir, perder el deseo y puedo vivir de una mejor manera".

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