Esto se sabe del ataque armado e incendio de embarcaciones en la Isla Puná de Guayaquil

A las 21:20 de la noche del jueves 31 de julio, el silencio de la Isla Puná fue roto por detonaciones, disparos y gritos. Dos barcos, vitales para la supervivencia de esta parroquia rural de Guayaquil, ardían en llamas tras haber sido atacadas con explosivos en la población de Puná Nueva.

Dos veces por semana, estas embarcaciones conectaban a una parte importante de sus 18 mil habitantes con la ciudad: una para transportar víveres, otra para movilizar pasajeros. Hoy, son chatarra flotando en el mar.

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"Podría tratarse de un acto extorsivo o de una pugna entre grupos delincuenciales, porque este es un sector que cada uno quiere prevalecer, quiere liderar y eso conlleva a que se ejecuten este tipo de actos" dijo el oficial a cargo del operativo.

Según la investigación militar, al menos 30 hombres con fusiles llegaron en cuatro lanchas. Tras incendiar los barcos, balearon el muelle, se enfrentaron con policías y militares y huyeron.

Dos hombres y una mujer embarazada cuidaban las embarcaciones. Con la llegada de los piratas, ellos se lanzaron al agua y ella fue atrapada.

"Los delincuentes se la llevaron, la pasaron a tres embarcaciones, fue de una embarcación a otra embarcación, pero finalmente ellos optaron por liberarla", contó un militar.

Según las investigaciones, los atacantes llegaron con drones y lanchas rapidas. La seguridad del lugar se reforzó con militares del comando de guardacostas de Guayaquil y Posorja.

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Este viernes 1 de agosto, desde las 07:00, decenas de pobladores intentaron rescatar lo que quedaba de sus embarcaciones. Estaban cargadas con productos que iban a vender en Guayaquil.

"Han pedido que se gestione un puente humanitario, lo que va a ser retransmitido al mando o en su defecto han pedido que se autorice que una embarcación, que ha sido ya gestionada y puesta a órdenes de una persona, se le permita o se le otorgue los permisos correspondientes para que pueda operar", dijo el oficial.

Los atacantes huyeron hacia Puerto Bolívar, en El Oro, por el Golfo de Guayaquil.