Quito se pintó de blanco por la Copa Sudamericana de Liga

Los hinchas de Liga Deportiva Universitaria vivieron con nerviosismo la final de la Copa Sudamericana, en la tradicional pileta de la Plaza Indoamérica en la Universidad Central. Cuando Alexander Alvarado falló el penal, sintieron que el título se les iba de las manos y no imaginaron que Alexander Domínguez iba a convertirse en el héroe del partido.

Pensaban que iban a perder otra final, tal como ocurrió en la disputa de los campeonatos nacionales 2019 y 2020 frente a Delfín y Barcelona. Sin embargo, cuando el golero ecuatoriano atajó el tiro definitivo al jugador Emanuel Brítez del Fortaleza, los juegos pirotécnicos estallaron y los fanáticos se unieron en un solo grito: "¡Dale, Liga campeón otra vez!".

Los fantasmas de perder otra final quedaron en el olvido. A los fanáticos no les importó el frío de la tarde ni la llovizna e ingresaron a la pileta con bengalas encendidas. Niños, jóvenes y mujeres se abrazaron. Chapoteaban en el agua y sonreían. Agitaban las banderas blancas ante la atenta mirada de un grupo de guardias de seguridad que custodiaban los accesos el Teatro Universitario.

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La avenida América se inundó de vehículos que pitaban. Los comerciantes vendían las banderas pequeñas a USD 5 y las grandes a 8 dólares. El polaco Tomás Czyz y la ecuatoriana Marcia Peñafiel lucían con orgullo sus camisetas blancas. "Liga me encanta y es uno de los clubes más importantes de América", dijo el europeo.

En las vías Colón y Patria se formaron hileras de vehículos en los que iban parejas y familias. Celebraban agitando sus banderas o las compraban. Con alegría, opinaron que Liga dio una alegría al país ante la crisis generada por la inseguridad y los apagones. "Lisandro Alzugaray entró al cambio porque se lesionó Renato Ibarra. ¿Quién diría que el gol del empate vendría de la banca de suplentes?", dijo el fanático Felipe Carvajal mientras celebraba con sus amigos.

La gente repletó los alrededores y más en la zona en donde el Municipio de Quito instaló una pantalla gigante para transmitir la final en vivo. Llevaron bancas de plástico para ver el partido. Otros incluso se treparon en las estructuras de la puerta principal de acceso en la Casona Universitaria.

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Sin camiseta, otros pintados los rostros o con una LDU en el cuerpo, los fanáticos se tomaban el rostro con preocupación mientras se desarrollaba tanda penales. Algunos se comían las uñas y se rascaban la cabeza. No podían creer lo que ocurría cuando Paolo Guerrero y Alvarado fallaron los penales.

Los festejos continuaban hasta las 22:00 en la Plaza Indoamérica. La gente ingresaba a la pileta y se empapaban. Con este título, Liga disputará la Recopa frente al campeón 2023 de la Libertadores, que saldrá de la final entre Boca Juniors y Fluminense.

La mayoría de hinchas de Liga prefiere al club brasileño porque ya se le ha ganado en finales de torneos internacionales de la Conmebol. Además, lo consideran como un clásico sudamericano. ¿Se volverán a enfrentar? El próximo 4 de noviembre se sabrá.

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