Además, representa un avance en movilidad y una respuesta integral a los retos ambientales, que enfrenta la ciudad.
Desde su inauguración en diciembre de 2023, el Metro de Quito ha sido un motor de cambio favorable para el ambiente. En 83 millones de viajes que ha hecho en 19 meses de operación, se evitó la emisión de 65 500 toneladas de dióxido de carbono.
El cálculo lo hizo la empresa Metro de Quito con el apoyo de la Secretaría de Ambiente del Distrito Metropolitano, el programa de las Naciones Unidas para el desarrollo y el Ministerio del Ambiente.
Cada vehículo emite aproximadamente 200 gramos de CO₂ por cada kilómetro y afecta la calidad del aire y la salud de los habitantes porque aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y respiratorias.
El dióxido de carbono contribuye además al calentamiento global, provocando el aumento del nivel del mar, el deshielo de los glaciares y el cambio de patrones climáticos.
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Claudia Merchán, jefe de gestión social del Metro, dice:
“Esas 65 mil 500 toneladas significan 3 millones de árboles plantados en la ciudad; que es lo que hacemos, reafirmar que el Metro es sostenible, pero sobre todo el impacto en la ciudad es fomentar una ciudad verde”.
Con el Metro, Quito ha reducido la cantidad de vehículos, desde su puesta en marcha, según la Secretaría de Ambiente, 20 000 autos han dejado de circular por día. Se ha mejorado la movilidad, disminuido la congestión y la contaminación, aunque todavía 570 mil vehículos se mueven por la ciudad.
La Pontificia Universidad Católica coincide con estos datos en un análisis que publicó en enero pasado sobre los beneficios del Metro para la capital. Joseph Sánchez, docente investigador PUCE, indicó:
“Ahora el tema es que en el Metro de Quito tendría que ver metas a futuro, como extender líneas para que se pueda distribuir espacialmente la población y también de alguna manera generar otro tipo de movilidad, interconectada parcialmente, que funcione a base de energía eléctrica”.
Con el Metro, Quito ha conseguido un objetivo inalcanzable con el transporte público: gestionar la basura producida por 140 mil personas que viajan a diario.
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En 19 meses, la Empresa Pública Metropolitana de Gestión Integral de Residuos, EMGIRS, ha procesado 75 toneladas de basura. Entre los usuarios se ha fomentado su correcto manejo que incluye clasificación.
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