Juicio político a Lasso: ¿el Gobierno tiene una estrategia?

Este 6 de mayo de 2023 vence el plazo que tiene la Comisión de Fiscalización para presentar el informe del juicio político contra el presidente Guillermo Lasso.

Durante el trámite hubo altos y bajos para el oficialismo y la oposición, ninguno logra concretar una estrategia definida, según el análisis de tres expertos que participaron en el Twitter Space de Ecuavisa, este 3 de mayo.César Febres Cordero, columnista y analista político; Caroline Ávila, PhD en Comunicación; y Gabriel Hidalgo, profesor universitario con experticia en política, coinciden en que el escenario del juicio político es cambiante. Si hoy no hay los votos para destituir al Primer Mandatario, tal vez la próxima semana se consigan.

A criterio de los especialistas, el Gobierno tiene una imagen desgastada y con poca credibilidad debido al manejo de la política social y el distanciamiento con el electorado.

No obstante, en el ámbito específico del juicio político, Ávila e Hidalgo coinciden en que hay un mejor posicionamiento del discurso del Ejecutivo, principalmente por el ministro de Gobierno, Henry Cucalón.

Aunque discrepan en el manejo comunicacional. La especialista sí ve mejoras desde el cambio de mando en la secretará del ramo, con Wendy Reyes; mientras que el politólogo cree que hay las mismas falencias, desde que comenzó el Gobierno.

Ávila también trae a colación el papel que juegan otros personajes afines a la permanencia de Lasso en e poder: los asambleístas Fernando Villavicencio y Ana Belén Cordero; sus vocerías han sido claves en la defensa del Gobierno, según su perspectiva.

Hidalgo plantea otro elemento: a la opinión pública ya no le importa el juicio político, en gran medida porque la oposición desgastó el recurso. Explica que eso influyó incluso en la gente que planteaba movilizarse en caso de que no prospere la destitución.

"En lo personal pienso que el juicio no tiene viabilidad", señala Hidalgo y a continuación enfatiza que ese es un escenario para hoy, pero que mañana o la próxima semana puede ser radicalmente diferente.

La misma apreciación tiene Febres Cordero. Ve que hay el Gobierno tiene un camino claro para salvarse, pero no lo garantiza porque "todo está en movimiento".

Ven probable que más asambleístas de UNES o el Partido Social Cristiano se rebelen de as disposiciones de sus bancadas y opten por respaldar a Lasso.

En ese sentido, a Ávila le preocupa que negociaciones de votos, a cambio de cargos públicos puedan salir a la luz y perjudicar ampliamente al Gobierno.

Hidalgo considera que el juicio político o la muerte cruzada no le conviene ni siquiera a la oposición, porque nadie está listo para lo que viene después.

La reciente elección de Guillermo Churuchumbi como coordinador de Pachakutik es uno de los aspectos que cambian la configuración del escenario político. Febres Cordero cree que sí puede influir en la votación de la bancada de esa organización política, pero ve complejo que logre una cohesión en toda la bancada.

Hidalgo considera que el papel del excandidato a prefecto de Pichincha es ser "un puente hacia lo electoral", es decir, hay serios intereses de Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), de ser candidato, por lo que convocar a un paro para presionar en el juicio político no sería lo más conveniente.

Otro personaje importante es el vicepresidente Alfredo Borrero, quien asumiría la Presidencia en caso de que se cese a Lasso. Los analistas creen que su figura es cercana al Primer Mandatario, por lo que no tiene una grata aceptación.

La revisión de la reforma tributaria también podría influir en la opinión pública, pues se espera que beneficie a la clase media, aquella que le dio el triunfo al Presidente.