La mayoría de los procesados por corrupción en Petroecuador hicieron confesiones en Estados Unidos

El tribunal penal de Quito está a semanas de llamar a juicio a 16 procesados por Sobornos en el caso Petroecuador.

Ese caso empezó en el 2010 cuando el gobierno de Rafael Correa firmó los contratos de preventa con las estatales Petrochina y Unipec, Petrotailandia, Unipec de Uruguay y Oman Trading. Eran contratos negociados entre estados en los que, supuestamente, no había intermediarios.

Fueron esas empresas que contrataron a las intermediarias que negociaron el petróleo y lo llevaron a múltiples destinos.

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Y esas intermediarias pagaron los sobornos a funcionarios ecuatorianos para garantizarse información privilegiada para maximizar las ganancias.

La justicia de Estados Unidos dio el paso mayúsculo en 2020 cuando detuvo a los hermanos. Les incautó USD 48 millones y ellos delataron el esquema de corrupción y confesaron que sus empresas en algunos países sirvieron para canalizar los sobornos.

Un año después fue detenido, también en Estados Unidos, Nilsen Arias, exgerente de comercio internacional de Petroecuador. Él admitió haber recibido más de USD 15 millones de la intermediarias a cambio de facilitarles información privilegiada.

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Ahora, con esos datos, ellos son procesados en Ecuador como la cabeza de la red de corrupción en la que también participó el exsubsecretario de Crédito Público, William Vásconez y otro exgerente de comercio internacional de Petroecuador, Mauricio Samaniego.

Constan en el proceso, que llevan a cabo los jueces, otros cuatro exfuncionarios de la petrolera, tres personas de confianza de los hermanos Peré Icaza y cinco personas que representaban a las transnacionales intermediarias Vitol, Global Asphalt, Gunvor y Trafigura.

La investigación no determina el monto total de los sobornos, pero solo Gunvor declaró haber destinado USD 70 millones para ese fin.