16 jun 2025 , 07:59

Religiosos de Guayaquil responden a modalidad de robo con escopolamina mediante oferta de rezos

Predicadores en el parque Centenario rechazan modalidad delictiva que simula actos religiosos.

   

En pleno centro de Guayaquil, un grupo de predicadores pentecostales se reúne desde hace dos años en el parque Centenario para compartir la palabra de Dios. Hoy, más que nunca, sienten la necesidad de aclarar su propósito frente a una nueva modalidad delictiva que ha generado temor en redes sociales, el uso de oraciones como pretexto para aplicar escopolamina y robar.

“Nosotros como cristianos, como evangélicos, salimos a predicar la palabra de Dios. Estas personas perversas quieren valerse de Dios, toman su nombre en vano para manipular y robar”, afirmó una de las predicadoras que suele participar en las jornadas de oración al aire libre.

El pasado miércoles 11 de junio, Gino Freire, compartió en su cuenta una experiencia que ahora ve con sospecha ya que una joven se le acercó ofreciéndole rezar por él. Más tarde escuchó un audio en un grupo de whatsapp de su vecindad que relataba un hecho idéntico, pero con un giro alarmante, ya que la víctima le habrían administrado escopolamina.

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“Era el mismo comienzo, pero en esa historia la habían escopolaminado”, relató Freire.

Aunque no hay denuncias formales ante la fiscalía, los testimonios se multiplican, ya que algunos aseguran haber sido abordados en las calles con la misma táctica y otros dicen conocer a víctimas directas. La Policía Nacional ha iniciado un monitoreo del caso a través de redes sociales.

El jefe policial del distrito 9 de Octubre, Herbie Guamaní, recomienda a la ciudadanía extremar precauciones: “No tomen, objetos o papeles, cuando las personas se acercan a pedirles una dirección, o cuando prácticamente les quiere traspasar un dinero, en vista a que esos son los objetos, que utilizan para tratar de escopolaminar a las personas”.

También la Embajada de Estados Unidos en Ecuador emitió un aviso de seguridad tras conocer reportes de robos con escopolamina en centros comerciales de Guayaquil y Samborondón. Según el documento, los atacantes se acercan a la víctima con la excusa de ofrecer una oración, ganan su confianza y aplican la sustancia.

La escopolamina, también conocida como aliento del diablo, puede anular la voluntad de la víctima, causarle desmayos, lagunas mentales o incluso la muerte si se administra en grandes dosis. Su uso delictivo no es nuevo, pero se ha sofisticado al disfrazarse bajo apariencias religiosas o solidarias.

Mientras el país atraviesa una crisis de seguridad, la violencia afecta también al turismo. A pesar de ello, Ecuador recibió más de 432 mil visitantes internacionales entre enero y abril de este año, un 17 % más que en 2024. De todos los extranjeros que llegan, el 33 % son estadounidenses, según cifras del Ministerio de Turismo.

Ante esta situación, la policía exhorta a la ciudadanía a no solo cuidarse, sino también a formalizar las denuncias si son víctimas o testigos de estos actos. Solo así, afirman, podrán combatir esta nueva forma de engaño que mezcla fe con crimen.

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