07 may 2025 , 08:51

Impactante video muestra cómo cuatro hombres en moto amenazaron a un local en Guayaquil

Una banda de extorsionadores llegó en moto a un local en Guayaquil simulando una compra. La Policía alerta del crecimiento de estos delitos en el suroeste de la ciudad.

   

Las extorsiones siguen marcando el pulso de la violencia en el suroeste de Guayaquil. Esta vez, la amenaza se registró en el sector del Cristo del Consuelo, donde cuatro hombres en moto llegaron hasta un local comercial simulando buscar una pastilla, pero lo que en realidad hicieron fue intimidar y dejar un mensaje de advertencia.

Las cámaras de seguridad captaron el momento. Mientras una motocicleta vigilaba dando vueltas por la zona, dos individuos permanecieron frente al negocio atentos a cualquier movimiento. Según la periodista que cubrió el caso, los sujetos aseguraron que “eran los dueños del sector”, una frase que evidencia el control territorial que estas bandas intentan imponer.

De acuerdo con Wellington Granda, segundo jefe del distrito Portete, este tipo de intimidación es cada vez más frecuente. “El delito de la extorsión está agravando a los comercios del sector. Estas organizaciones están reclutando a menores de edad, a jóvenes”, alertó.

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En lo que va del año, la Policía ha desarticulado seis brazos de estas estructuras delictivas, aunque en el distrito Portete se estima que operan al menos ocho bandas dedicadas a varios delitos, entre ellos, la extorsión.

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Como parte de una estrategia policial, se ha dispuesto la colocación de agentes en puntos clave y vías principales para poder reaccionar de inmediato ante cualquier hecho delictivo. Además, trabajan de la mano con el ECU 911 para identificar desde qué sectores se reciben más reportes.

Una de las mayores preocupaciones es la amenaza contra instituciones educativas. “Muchas veces, estas organizaciones criminales tratan de amedrentar así a nuestros menores”, agregó Granda.

A pesar de los esfuerzos policiales, la falta de denuncias limita las investigaciones. Muchas víctimas prefieren mantenerse en silencio por miedo a represalias. Los casos que se conocen, como el del Cristo del Consuelo, son aquellos que se viralizan en redes sociales.

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