Especulación de precios e inseguridad en el mercado de Montebello

La mañana de este viernes se realizaron nuevos operativos de control en el mercado de transferencia de víveres de Montebello, en Guayaquil. Las autoridades detectaron precios inflados en al menos seis andenes, donde por ejemplo, el saco de limón se ofrecía en 22 dólares, cuando su valor referencial es de 12 dólares. Situaciones similares se evidenciaron en productos como el choclo, el tomate y el pepino.

Mientras se ejecutaban las inspecciones de parte de la Intendencia del Guayas, la Policía, y personal municipal, una comerciante denunció un intento de asalto a pocos metros de donde se desarrollaban los controles.

“Me pidió cinco dólares de papa, luego me insultó, me mostró un arma y me exigió todo el dinero. Me salvé porque salí corriendo”, contó la comerciante afectada.

Este hecho desató una ola de quejas de los vendedores del mercado, quienes aseguran que la inseguridad es constante y que no cuentan con protección adecuada. “Hace dos días asaltaron a una señora por el área de legumbres y le robaron todo el dinero”, dijo otra comerciante.

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También señalaron que los asaltos son frecuentes en todos los andenes e incluso mencionaron el ingreso de personas armadas. “El martes asaltaron en el andén 11 y tenían armas de alto calibre”, denunció un vendedor.

Además, se sumaron reclamos por presuntas irregularidades en el ingreso de trabajadores. “Uno viene con su mochila, le piden el número del puesto y hasta le cobran centavitos para dejarle pasar”, señalaron, aludiendo a prácticas indebidas por parte de los guardianes del lugar.

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En diciembre pasado, el Municipio de Guayaquil inauguró una Unidad de Policía Comunitaria (UPC) dentro del mercado, como parte de las promesas del alcalde Aquiles Álvarez para reforzar la seguridad. Sin embargo, los comerciantes denuncian que esta unidad permanece vacía.

“Siempre dicen que los policías ya vienen, pero hasta hoy no hay nada”, reclamó uno de los vendedores. Otro fue más directo: “Ese UPC no sirve, está ahí solo de adorno”.

Ante esta situación, los comerciantes exigen que se refuercen los controles, tanto para frenar la especulación como para garantizar su seguridad diaria en el centro de abastos.