24 nov 2014 , 03:51

La gratitud de Ecuador hacia la Virgen del Quinche

'Ecuador Sobre Ruedas' comienza desde este lunes la 'Ruta de la Fe'.

'Ecuador Sobre Ruedas' recorre esta semana la 'Ruta de la Fe' junto al reportero Patricio Díaz para conocer los lugares donde se congregan los feligreses en el país.  

 

La travesía empieza en el Quinche, parroquia ubicada a 60 kilómetros de Quito, a casi una hora de viaje en automóvil desde la capital. 

 

Miles de fieles acuden diariamente al santuario basílica Nuestra Señora de el Quinche. En la parte posterior de la edificación se encuentra el convento donde viven los sacerdotes de la parroquia.

 

En el interior del convento había alguien que copaba la atención de quienes en un lunes llegaron hasta ahí, se trata de la virgen del Quinche. 

 

Dentro de la iglesia hay un cuarto que según el párroco Javier Piarpuzán, pocos tiene acceso: “A este lugar solo acceden con facilidad las autoridades religiosas, las autoridades del Gobierno”. Desde ahí se puede ver a la virgen de cerca, pero antes hay que pasar algunas seguridades, la imagen está protegida por dos impresionantes puertas de pan de oro y luego por un vidrio antibalas y que la protege contra incendios.

 

Manuel López es desde hace 40 años el custodio del cuarto y de la virgen. “Se le cambia el manto, la corona, sombreros que se la ha puesto, tantas cosas que hay que hacer”, comenta. 

 

La Virgen ha recibido centenares de vestidos por parte de sus devotos,  junto a ella hay una habitación con solo una parte, en otra bodega se guardan otros más. En este cuarto también hay una réplica de la imagen. El padre Piarpuzán señala que el tamaño es igual, entre 80 y 90 centímetros, lo que la hace ver más alta  es la base conocida como anda. 

 

La devoción a la Virgen va mucho más allá de una creencia. Gerardo Quirzo y su familia llegó al santuario desde Tulcán para agradecer a la Virgen como lo han hecho por más de 10 años, desde el día en que asegura la virgen le hizo un milagro. “Yo sufría de una enfermedad terminal, según los doctores, pero me vine acá donde la Virgencita, le había pedido, y al otro de que llegué acá estuve sano”. 

 

Las decenas de placas en le jardín de la gratitud confirman que son miles los que dicen que ella sanó su cuerpo y su alma. 

 

Es la fe en la Virgen de el Quinche que ha llevado a que la llamen Reina del Ecuador y del corazón de los ecuatorianos.   

 

 

 

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