En Quito ya son varios los lugares clausurados por vender licor artesanal. Una botella de esta bebida se la puede adquirir a 85 centavos de dólar, por lo que algunas personas optan por comprarlas. Pesar a la medida, en muchos de ellos continúa la comercialización de este producto ilegal. La facilidad con la que se puede adquirir el licor artesanal no es un secreto. Algunos vendedores se ubican en las calles a plena luz del día. Uno de ellos es el sector de San Blas, en el centro-norte de la Capital.
En Quito ya son varios los lugares clausurados por vender licor artesanal. Una botella de esta bebida se la puede adquirir a 85 centavos de dólar, por lo que algunas personas optan por comprarlas. Pesar a la medida, en muchos de ellos continúa la comercialización de este producto ilegal.
La facilidad con la que se puede adquirir el licor artesanal no es un secreto. Algunos vendedores se ubican en las calles a plena luz del día. Uno de ellos es el sector de San Blas, en el centro-norte de la Capital.
El mayor Wiliam Calle, jefe del sector de la 24 de Mayo, cuenta que cada semana se incauta licor conocido como "puntas" o "huanchaca", las que no tienen registro sanitario. Los operativos se centran en tres sectores de la capital: la 24 de Mayo, San Roque y San Blas.
En Ecuador no se ha logrado erradicar la venta de este tipo de substancias pese a que su comercialización está prohibida por disposición del Código de la Salud. En caso de que el consumo produzca la muerte, el comeriante puede ser juzgado por asesinato. Esto podría suceder en el último caso suscitado en Guayaquil, en donde la ingesta de licor adulterado dejó hasta el momento dos víctimas mortales.
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