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A un mes del inicio de operaciones del nuevo aeropuerto de Quito, los pasajeros se adaptan al nuevo Mariscal Sucre. Según María de los Ángeles, quien llegó procedente desde Panamá, el trámite en migración fue rápido. Andrea Yumiluiza, estudia medicina, llegó de Cuba y opina lo mismo. En el segundo piso, en salida nacional e internacional constatamos una larga fila en uno de los counters. Sin embargo, los pasajeros adentro esperaron su vuelo sin mayores contra tiempos.
A un mes del inicio de operaciones del nuevo aeropuerto de Quito, los pasajeros se adaptan al nuevo Mariscal Sucre. Según María de los Ángeles, quien llegó procedente desde Panamá, el trámite en migración fue rápido.
Andrea Yumiluiza, estudia medicina, llegó de Cuba y opina lo mismo.
En el segundo piso, en salida nacional e internacional constatamos una larga fila en uno de los counters. Sin embargo, los pasajeros adentro esperaron su vuelo sin mayores contra tiempos.
Phillippe Baril, expresidente de Quiport, la concesionaria del servicio aeroportuario, señala que todavía hay varios problemas que solucionar. Por ejemplo, la falta de mangas.
Baril explicó que si bien existen menos counters en relación al antiguo aeropuerto, pero aclaró que cada punto de atención tiene su propia impresora, por lo que la atención a los pasajeros en más rápida.
Mientras que el nuevo presidente de Quiport, Andrew O'Brian, coincide en que todavía quedan retos operativos, sin embargo afirma que es la primera vez, que desde Quito pueden salir aviones directo a países de Europa.
Según el municipio, en su primer mes de funcionamiento, el nuevo aeropuerto registra la operación de más de 4.800 vuelos.
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