Municipio de Quito intenta reincorporar más de 600 bicicletas sin uso y la mitad con sobreprecio

Más de 600 bicicletas, entre manuales y eléctricas, permanecen en una enorme bodega ubicada en el Parque Bicentenario, en el norte de Quito, sin ser utilizadas.

Los vehículos fueron adquiridos desde el 2012 por anteriores administraciones municipales y formaban parte del plan de movilidad alternativa Bici-Q, que se detuvo en 2020 por la pandemia. No obstante, no todas fueron utilizadas. De hecho, las eléctricas nunca las usó la ciudadanía.

Son exactamente 317 bicicletas normales y 296 bicicletas eléctricas. Las primeras fueron compradas durante la administración del exalcalde Augusto Barrera; las segundas, cuando Mauricio Rodas fue alcalde de la capital.

Por estas útimas se pagaron más de 2.814 dólares cuando en el mercado se las podía conseguir en USD 690.

En marzo de 2022, la Contraloría General del Estado ya determinó que hubo sobreprecio en esta compra, que no hubo un sustento técnico para su adquisición y que la oferta adjudicada no cumplió con los requisitos.

Aun sin uso, las bicicletas le generan un gasto al Municipio de Quito. De acuerdo a diario El Comercio, la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), encargada de custodiar los vehículos, invierte 60.000 dólares anuales por la seguridad, inventario y mantenimiento básico de los artefactos.

Este miércoles 18 de mayo se conoció que la actual Alcaldía de Quito trabaja en un plan provisional para darle uso a las bicicletas. A finales de este mes se conocería un disgnóstico exacto del estado de los vehículos y en junio comenzarían a rodar las primeras bicicletas.

Para octubre próximo se tendría listo un estudio que integre este sistema de movilidad alternativa con el Metro de Quito, que tampoco entra en funcionamiento todavía.