Marcel Rivas fue sentenciado a tres años de cárcel por la deuda millonaria de Canal Uno con el IESS

Marcel Antonie Rivas Sáenz, quien fue dueño de Relad S.A., nombre jurídico del desparecido Canal Uno, fue sentenciado a tres años de prisión por el delito de retención ilegal de aportación a la seguridad social, tipificado en el artículo 242 del Código Orgánico Integral Penal (COIP). Un tribunal de Garantías Penales de Guayaquil dictó la sentencia a mediados de febrero de 2025.

Tras este fallo, Rivas solicitó la suspensión condicional de la pena. La audiencia fue fijada para el 28 de febrero, pero no se instaló. El tribunal convocó a la diligencia para este miércoles 12 de marzo.

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La deuda que Rivas, en su calidad de representante legal de Canal Uno, mantiene con el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) asciende a 7,3 millones de dólares. Sus obligaciones patronales eran de USD 3,9 millones por planillas pendientes de pago desde 2017, sin embargo, acumula otros USD 3,4 millones en intereses.

El caso contra Rivas inició en 2020 tras una demanda presentada por el periodista y excolaborador de Canal Uno, Jorge Sper. Otros seis exempleados de la desaparecida estación de TV figuran como acusadores particulares, no obstante, según testimonios recogidos por Ecuavisa.com, los perjudicados serían más de 300 personas que laboraban en las instalaciones de Canal Uno en Quito y Guayaquil.

Una exreportera de noticias de la estación televisiva que prefirió el anonimato señaló que los rubros por las aportaciones al IESS eran descontados mensualmente de sus sueldos, pero la empresa no canceló estos haberes al Estado.

Ella indica que uno de los efectos de la deuda de Rivas con el IESS es que no puede acceder a créditos, pues la institución no reconoce su antigüedad en sus aportaciones.

Adicionalmente, Rivas no canceló salarios y liquidaciones a decenas de exempleados, entre ellos la expresentadora de noticias y jefa de Información del medio de comunicación, Verónica Landetta. "Los pagos de sueldos eran irregulares", señaló la periodista.

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Aún no hay una sentencia escrita que ordene a Rivas pagar su deuda con el IESS. De acuerdo a los acusadores particulares, el sentenciado debe cancelar esas obligaciones, además de una reparación integral.

Canal Uno dejó de emitir su señal en 2021, sin embargo, en 2020 la Superintendencia de Compañías ordenó su liquidación. El año que inició la pandemia Rivas indicaba que la empresa estaba en un "proceso de reactivación".

Finalmente, en 2022, la sede de Canal Uno en el norte de Guayaquil, cerca de la avenida Francisco de Orellana, fue desmantelada y la edificación fue destruida. El terreno de la estación televisiva fue vendido y hoy se construirá un edificio.