El lago San Pablo, ícono natural de Otavalo, enfrenta una grave crisis ambiental
Según la Corporación para la defensa del lago, cada segundo se descargan entre 18 y 20 litros de aguas servidas en el sitio.
A los pies del volcán Imbabura se extiende el lago San Pablo, el más grande de Ecuador. Para los pueblos indígenas de Otavalo es un sitio sagrado conocido como Imbakucha, con más de 10 mil años de historia, pero hoy sus aguas están contaminadas.
El lago tiene 6,72 kilómetros cuadrados de superficie. Alrededor están asentadas cuatro parroquias: Eugenio Espejo, San Rafael de la laguna, González Suárez y San Pablo. En su cuenca habitan cerca de 84 mil personas, el 70% de la población del cantón Otavalo.
En sus alrededores hay 14 plantas de tratamiento de aguas residuales que en 2011 el gobierno entregó al Municipio. Sin embargo, la Corporación para la Defensa del Lago San Pablo detectó que cada hora al menos 68 mil litros de aguas servidas se descargan directamente.
Una de las fuentes de contaminación más evidentes está al norte, en la comunidad Pucará de Velásquez, de Eugenio Espejo. Allí, una estación de bombeo dejó de funcionar hace un año.
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A su lado, un canal contaminado desemboca en el lago. Diego Conejo, presidente de la Comunidad Pucará de Velásquez, indicó:

“Las aguas residuales de alcantarillado del casco parroquial, de Eugenio Espejo, de una comunidad que se llama Pivarinsi y de nuestra comunidad, pasan por aquí. Pero al estar las bombas dañadas, prácticamente se quedan aquí, estancadas”.
En el otro extremo, en la comunidad de Araque, la situación empeora. Los enormes tanques de recolección de la planta de tratamiento están saturados y al borde del colapso. Según los comuneros, dejó de operar en 2020. Mientras que, en estas piscinas, donde se debería observar un proceso de purificación, solo hay agua estancada.
A apenas 100 metros de esa planta, la vertiente “el ojo del Quinde” muestra el contraste: su agua cristalina se contamina al mezclarse con las descargas sin tratar, que salen por una tubería directa desde Araque.
Investigadores de la Universidad Central del Ecuador tomaron muestras en 11 puntos del lago San Pablo, determinando que hay bacterias, parásitos y hongos derivados de la descomposición de excremento. Además de presencia de microplásticos y residuos de jabón.
♻️ Más de 500 personas participarán el sábado 26 de abril en la limpieza del lago San Pablo, afectado por la contaminación por plásticos y químicos ▶️ https://t.co/dM47CiWiXz pic.twitter.com/hF5SF8FCUp
— Ecuavisa Noticias (@EcuavisaInforma) April 24, 2025
Su nivel de contaminación es de 7 sobre 10, considerado alarmante, de acuerdo a los parámetros del Ministerio de Ambiente. Y según el estudio, si las fuentes contaminantes no se contienen o eliminan, en dos años el lago podría morir.
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