Ecuatorianos amantes del 'Kombi' se despiden con nostalgia

Luego de 63 años, Volkswagen dejó de producir su furgoneta mundialmente conocida como “Kombi”. Los requerimientos de seguridad que se implementarán en Brasil desde el 2014 obligó a la compañía a cerrar su línea de producción, la última que quedaba operativa.

 

Llevó a surfistas a buscar las olas más peligrosas del mundo, se convirtió en uno de los íconos del movimiento hippie en los sesenta y es considerado uno de los vehículos más versátiles del mundo por su confiabilidad en cualquier terreno, sin importar el clima. 

 

Las leyes de Brasil exigen que los vehículos que allí se fabriquen deben contar con bolsas de aire y sistemas antibloqueo de frenos, pero el encanto de estas furgonetas está en su rudimentaria composición mecánica. Carburadores, un sistema de enfriamiento del motor con aire y el particular sonido de su motor, eran símbolo del vehículo.

 

En Ecuador, propietarios de este particular vehículo dicen tener sentimientos “encontrados”.

 

Byron Ortega dice que a sus propietarios hay algo que los identifica: “Nosotros no somos hippies pero tenemos creo, algo en el corazón de hippie, de aventureros sobre todo”.

 

Jerry Ortega, padre de dos hijos varones y un niña, cuenta que conducir una Kombi es una experiencia incomparable. Su lema es: “yo no tengo apuro, yo viajo en una Kombi”

 

“Son un poco lentas en lo que son subidas, entonces todos los vehículos te van pasando, pero no es problema porque como es un vehículo tan versátil te sirve para muchas cosas, entonces el viaje se hace mucho más divertido porque conoces más”, comenta Ortega.

 

Hay distintas versiones de las Kombis: T1, la T2, las Pickup, las T3, entre otras. La de Gonzalo Jaramillo tiene televisión satelital y hasta una ducha. Él comenta que su vehículo cuenta con todas las comodidades para hacer viajes largos, y eso es una ventaja. 

 

“Este es un vehículo que te da la opción de que puedas llegar a sitios donde no hay hotelería, por decirte acampas frente a una laguna, puedes acampar justamente al filo y disfrutar de la naturaleza, eso es único”, comenta Gonzalo.

 

Este modelo ha sido de todo, en todos los lugares del mundo. Taxis, ambulancias, transporte urbano, vehículos policiales y una cosa más: “Son carros hechos para durar toda la vida, entonces como anécdota, vuelta al Ecuador sin una llanta baja”, asegura uno de los amantes del vehículo.

 

Antes de jubilar a la furgoneta, Volkswagen anunció el lanzamiento de una edición especial. En un primer momento estaba limitada a 600 unidades, pero la compañía lanzará finalmente 1,200 debido a la alta demanda.

 

Por eso, ahora que ya no se los producirá más, una mezcla de sentimientos invade a quienes tienen una Kombi. Por una lado, la nostalgia propia de una era que se cierra y por otro, la alegría de tener una joya en sus casas, de saber que el ícono de una era se hizo eterno.

 

Historia en vida

La Kombi fue obra de un momento de inspiración de un importador holandés, Ben Pon. Durante una visita a la sede de Volkswagen en Wolfsburgo (norte), en 1947, le llamó la atención un vehículo armado a mano por los obreros de la planta para cargar material.

 

Seducido por la idea, presentó unos esbozos y así convenció a VW, que comenzó la producción en serie en marzo de 1950, creando así el segundo modelo de la joven historia del grupo luego del célebre "Escarabajo".