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Una imagen de las protestas de octubre de 2019 en Quito. Foto: API
Ranking de Reporteros Sin Fronteras evaluó el periodismo en 180 naciones.
La ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) presentó el martes 21 de abril de 2020, de manera virtual, en Madrid la última Clasificación Mundial 2020 de la Libertad de Prensa. En este informe, la organización no gubernamental asegura que la pandemia del COVID-19 ha resaltado y amplificado las múltiples crisis que amenazan el derecho a una información libre, independiente, plural y fidedigna.
La Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, que evalúa cada año la situación del periodismo en 180 países y territorios, muestra que la próxima década será, sin duda, “una década decisiva” para la libertad de prensa debido a las crisis que afectan el futuro del periodismo: geopolítica (agresividad de los modelos autoritarios), tecnológica (falta de garantías), democrática (polarización, políticas de represión), de confianza (desapego, e incluso odio, hacia los medios de comunicación) y económica (empobrecimiento del periodismo de calidad).
Según Reporteros Sin Fronteras existe una clara correlación entre la represión de la libertad de prensa registrada durante la crisis del coronavirus y el lugar que ocupan los países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa. China (177) e Irán (173, -3), epicentros de la pandemia, establecieron dispositivos de censura masivos. En Irak (162, -6), el Gobierno suspendió la licencia de trabajo de la agencia de noticias Reuters durante 3 meses, horas después de que esta publicara una nota que cuestionaba las cifras oficiales de casos de COVID-19.
En Hungría (89,-2), el primer ministro, Viktor Orbán, hizo que se aprobara una ley relativa al coronavirus que sanciona la difusión de noticias falsas con penas de hasta 5 años de prisión, una forma de coacción completamente desmesurada.
Como en años anteriores la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa también aborda la situación de los periodistas en América Latina. Para esta ONG, en el último año, el ambiente en el que trabajan varios comunicadores es cada vez más complejo y hostil. Quienes abordan temas delicados sufren cada vez más presiones, violencia e intimidaciones, según esta organización no gubernamental.
Este informe revela que Costa Rica asciende 3 posiciones y ahora se sitúa en el séptimo lugar, y Uruguay conserva el puesto 19.
Además, RSF asegura en su investigación que en toda la región se han registrado multitudinarias protestas y la cobertura de estas manifestaciones coloca a los periodistas en primera línea. Es el caso de Haití (830), país que experimenta el mayor descenso en la Clasificación 2020, este pierde 21 posiciones.
Desde 2018 han proliferado allí las protestas contra el presidente Jovenel Moïse, implicado en casos de corrupción. Los periodistas haitianos suelen sufrir agresiones cuando cubren estas manifestaciones, a menudo violentas. Por otro lado, el asesinato del periodista Néhémie Joseph, ocurrido en 2019, muestra la preocupante espiral de violencia y la gran vulnerabilidad de los comunicadores.
En Ecuador (98º,-1), durante las protestas de octubre de 2019 en contra del gobierno del presidente Lenín Moreno por la subida del precio de la gasolina, aumentaron las agresiones a periodistas, lo que dificultó considerablemente el trabajo informativo. Lo mismo ocurrió en Chile (510), que desciende 5 puestos en la Clasificación (en la edición anterior ya había perdido 8). Las violentas manifestaciones provocadas por el aumento de la tarifa del metro en Santiago de Chile, la capital, provocaron una ola de ataques y agresiones a periodistas y medios de comunicación.
En Bolivia (1140, -1) también se registraron numerosas agresiones y ataques a periodistas durante las protestas que estallaron tras las elecciones presidenciales de noviembre de 2019, que provocaron la dimisión y el exilio forzado del presidente Evo Morales y sumergieron al país en una situación de incertidumbre e inestabilidad.
Argentina (640), país que pese a todo conserva una buena posición en la región, cae 7 lugares en la Clasificación de 2020. El motivo es la violencia policial y las agresiones a periodistas en las manifestaciones registradas en las mayores ciudades del país durante las elecciones que llevaron a la Presidencia a Alberto Fernández, en diciembre de 2019.
Desde que Jair Bolsonaro fuera elegido presidente de Brasil (1070, -2), en enero de 2019, el país ha caído aún más en la Clasificación. Por segundo año consecutivo, pierde dos posiciones. Un descenso que continuará mientras Bolsonaro, su familia y los miembros de su gobierno sigan insultando y humillando a algunos de los periodistas y medios de comunicación más importantes del país, fomentando un clima de odio y desconfianza hacia la prensa. En medio de esta tensa situación, los comunicadores brasileños, y en particular las mujeres, son cada vez más vulnerables y suelen sufrir los ataques de simpatizantes de Bolsonaro, sobre todo en las redes sociales.
Venezuela (1470) remonta un lugar, aunque esto se debe a otros movimientos en la Clasificación y no a una mejora. El autoritarismo del presidente Nicolás Maduro no cede y la represión del Gobierno contra la prensa independiente se ha vuelto cotidiana y multifacética: detenciones arbitrarias; violencia de las fuerzas del orden y de los servicios de inteligencia; cortes de la conexión de internet y bloqueo de las redes sociales; o expulsión de periodistas extranjeros. Las autoridades también privan de frecuencia a las radios y televisiones críticas.
La prensa independiente de Nicaragua (1170, -3) sufre una suerte similar, asfixiada por la feroz represión del Gobierno del presidente Daniel Ortega –reelegido en 2016 para un tercer mandato consecutivo– y sus simpatizantes. En 2019 aumentaron las detenciones arbitrarias, al igual que el exilio de periodistas. Debido a la escasez de materias primas (papel y planchas para rotativa) orquestada por las autoridades, los diarios impresos del país casi han desaparecido del panorama mediático.
Cuba (1.710), que baja dos puestos, se estanca en las profundidades de la Clasificación y sigue siendo el país peor clasificado de América Latina en cuestión de libertad de prensa. El régimen cubano, ahora dirigido por Miguel Díaz-Canel, sigue monopolizando casi toda la información y la Constitución aún prohíbe que exista prensa privada en el país. Además, en 2019 aumentaron los casos de detención y encarcelamiento de periodistas molestos para el régimen.
Revise la Clasificación Mundial 2020 de la Libertad de Prensa en https://www.rsf-es.org/
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