Las clínicas ofrecen paquetes que van desde planes básicos en habitaciones compartidas hasta programas personalizados que incluyen sesiones de fotos para el recién nacido.
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Imagen de archivo de una mujer sosteniendo a su bebé luego de dar a luz.( )
El parto puede ser uno de los momentos más esperados en la vida de una mujer, pero también representa un gasto significativo si no se cuenta con un seguro de salud y se opta por evitar un hospital público.
En Guayaquil, una clínica privada puede cobrar entre 400 y 2 630 dólares solo por el uso de sus instalaciones. En Quito, los costos pueden superar los USD 3 000 por ese mismo concepto. A estos valores se deben sumar, por ejemplo, los honorarios del equipo médico y el costo de los medicamentos utilizados durante el alumbramiento. Y eso apenas corresponde a los gastos básicos.
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Actualmente, las clínicas privadas ofrecen paquetes que van desde planes básicos en habitaciones compartidas hasta programas personalizados que incluyen sesiones de fotos para el recién nacido, decoración con globos o salas adaptadas para partos vaginales en posiciones no convencionales. Todo, por supuesto, tiene un costo.
Los centros médicos manejan tarifas diferenciadas según el tipo de parto. Si se trata de una cesárea, el precio siempre será más alto, ya que se considera, entre otros rubros, un internamiento mínimo de dos días. En cambio, para un parto vaginal, generalmente se calcula solo un día de hospitalización.
Todas las clínicas consultadas coinciden en que la remuneración del personal médico que atiende el parto se gestiona por separado. Este rubro puede bordear los USD 1 000 adicionales. También aclaran que los valores entregados son estimaciones y que el costo final solo se determina cuando la madre y el bebé están por recibir el alta médica.
Hace menos de un mes, Adriana Pérez y Diego Peña se convirtieron en padres en una clínica privada de Quito. La cuenta final ascendió a USD 3 700. En Guayaquil, Andrés Vite y Cristina Carabajo también vivieron la experiencia recientemente, con un gasto de USD 4 200. Ambos casos contaron con seguro médico: la primera pareja pagó USD 2 500 y el seguro cubrió el resto; en el segundo, la póliza absorbió el 80 % del valor total.
Pérez recuerda que su factura detallaba cargos como "manta térmica", "pelota de pilates", "pañales de maternidad" y el uso de la "sala de neonatología"; todos ellos incluidos como rubros adicionales.
Aun con seguros privados que cubrirían parcialmente sus partos, muchas mujeres afiliadas al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) prefieren alumbrar en hospitales de esta institución donde no desembolsan dinero. En la capital, el Hospital IESS Quito Sur es reconocido por sus áreas de neonatología. El organismo cotiza un parto vaginal en USD 658,34 y una cesárea en USD 892,64.
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En Ecuador, el promedio de hijos por mujer en 2024 es de 1,79.
Aunque el parto puede representar una inversión importante en clínicas privadas, el sistema de salud pública —incluido el IESS— continúa siendo la alternativa más accesible para miles de mujeres en Ecuador. Con costos cubiertos casi en su totalidad, estas instituciones se mantienen como una opción viable.
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