¿Cómo entender a mi hijo hiperactivo?

Hoy en día, muchos son los niños diagnosticados, con Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), así mismo, muchos son los padres que carecen de información sobre este trastorno. Que los padres conozcan al respecto es imperativo, ya que a mayor información, será mayor la comprensión sobre las conductas de sus hijos.

 

Ante todo, debe quedar claro que el TDAH, es un desorden neurobiológico complejo y que existen diferencias en la estructura y funciones de un cerebro de un niño diagnosticado con TDAH, con respecto al de un niño que no tiene el trastorno. 

 

 

 

 

El TDAH es hereditario y es más común en hombres que en mujeres. Lo que sucede es que sus características pueden presentarse de manera menos evidente en niñas, y en quienes puede predominar con una mayor intensidad la falta de atención.

 

Vale la pena mencionar que hay diferentes grados de TDAH, por ende las características pueden variar según el caso.

 

Tipos de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) 

Existen tres tipos de TDAH. Uno el que predomina la falta de atención; denominado subtipo inatento, otro en el que predomina la hiperactividad e impulsividad; denominado subtipo hiperactivo/impulsivo y el de tipo combinado, en este último predominan tanto la falta de atención como la hiperactividad e impulsividad. 

 

 

Los niños con TDAH tienen dificultad para cambiar de una actividad a otra, si están haciendo algo que disfrutan tenderán a persistir en esta tarea. 

Los cerebros de los niños con TDAH buscan actividades en las que encuentren retroalimentación inmediata; razón por la cual son capaces de mantenerse sumamente concentrados en actividades que disfruta e incluso permanecer horas realizando las mismas, como ver televisión y jugar video juegos. Esta característica del trastorno confunde a muchos padres, ya que se cree erróneamente que porque su niño es capaz de concentrarse en una actividad entonces no podría tener esta condición.

 

 

 

Respuestas de los padres

Es común escuchar a una mamá quejándose de su hijo porque cada vez que lo llama no le hace caso. Lo primero que viene a la cabeza del adulto es "este chico, muy bien que me escucha, solo que se hace el sordo, o, el padre que se encuentra cansado porque todas las semanas debe comprarle los útiles escolares a su hijo porque los pierde a diario, al punto de llamarle la atención incluso calificándolo de "irresponsable", o, la mamá que ya no soporta que su niña hable todo el día y no pare. Estas conductas pueden desesperar a los adultos, sin embargo muchas de estas son comunes de un niño con TDAH. 

 

Entendamos que estos comportamientos se dan por la condición del niño. Ganar esta comprensión,  es el punto de partida, para que los padres desarrollen mayor tolerancia y paciencia con sus hijos, ya que serán capaces de ver que las conductas que manifiestan no son porque sus hijos están comportándose mal, como creen.

 

 

 

 

Si desconocemos está información, se puede caer en el error de tratar al niño  con reproches o reclamos. Imaginemos ¿Cómo se puede sentir un niño porque se le reclama o castiga por un comportamiento que se le dificulta controlar, por algo que su cerebro le ordena hacer? 

 

A su vez, los padres no deben confundir las conductas que los niños presentan y que son características del TDAH, con otras conductas que el niño puede manifestar orientadas a buscar poder, atención, u otra meta. También hay que tener cuidado, ya que los padres pueden caer en justificar todo lo que hace su niño por estar diagnosticado con TDAH. 

 

Expectativas de los padres sobre la conducta de sus hijos

Por otro lado, las expectativas con respecto a las conductas de sus hijos deben ser realistas, por ejemplo no se puede pedir a un niño con TDAH que se mantenga sentado por largos periodos de tiempo, y peor aún castigarlo, por no mantenerse quieto. Hay que ser muy cuidadosos con los métodos de disciplina que se utilicen, ya que al utilizar métodos ineficientes solo desmotivarán a sus hijos y su autoestima puede verse comprometida. Muchos niños con TDAH viven con una etiqueta, y crecen con una imagen negativa de sí mismos, de niños malos o malcriados, dado los constantes llamados de atención que reciben por parte de los adultos. 

 

 

 

 

No olvidemos que El TDAH es una condición, así como el color de los ojos o de cabello, por ende no desaparecerá; lo importante es que se diagnostique a tiempo, y de ahí partir hacia un tratamiento efectivo, y sobre todo hacia un enfoque adecuado de disciplina que los ayude a prosperar. 

 

 

Karina Bustamante de Huerta

Psicóloga Clínica

Psicoterapeuta TREC y TCC

Entrenadora Certificada de Disciplina Positiva para Padres y Educadores

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