18 mar 2022 , 19:53

Los hermanos Isaías, exdueños del Filanbanco, reclaman al Estado $ 2 mil millones tras ser declarados inocentes por la justicia ecuatoriana

La demanda ya está en el Tribunal Contencioso Administrativo y el Estado tiene 30 días para contestar

El Estado ecuatoriano tiene 30 días para contestar una demanda millonaria presentada por los hermanos William y Roberto Isaías Dassum , exdueños del Filanbanco, inicialmente sentenciados a 8 años de prisión por el feriado bancario que dejó a miles de ecuatorianos sin el dinero de sus depósitos, pero declarados inocentes el año pasado por la Corte Nacional de Justicia.

La demanda de 48 páginas está en el Tribunal Contencioso Administrativo y ya se puso en conocimiento de la Procuraduría, Inmobiliar, el Banco Central y la Superintendencia de Bancos.

Los hermanos Isaías pretenden obtener $ 1.548.860.257,98 millones por los activos incautados, 15 millones más por gastos de honorarios de abogados, y los intereses legales que se hubieren producido desde el 8 de julio de 2008, cuando ocurrió la incautación de sus bienes, hasta la fecha.

En total reclaman no menos de dos mil millones de dólares.

Ricardo Noboa, abogado de los hermanos Isaías, dice que el Estado debe pagarle a sus clientes y a su vez este deberá cobrarle a todos los responsables de la confiscación de bienes ocurrida en 2008 en el gobierno de Rafael Correa.

"Tenían que incautarse bienes por 661 millones de dólares, pero incautaron hasta el viento: empresas, autos, casas, haciendas, cartera por cobrar, y no hicieron jamás ningún inventario. Ahora corresponde determinar la responsabilidad del Estado", asegura Noboa.

El ex superintendente de bancos, Juan Falconí, Puig, a quien los Isaías consideran autor intelectual de la incautación de sus bienes, dice que en lugar de reclamar millones, deberían devolver al país todo lo que aún deben.

"No solo que no tienen derecho alguno a un real partido por la mitad por indemnización, sino que le deben todavía al Estado ecuatoriano de tres a cinco mil millones de dólares por los créditos vinculados, que ellos se llevaron la plata, todos los dineros de los ecuatorianos que los puso el Estado a través de la AGD (Agencia de Garantía de Depósitos)".

Este caso se originó en el salvataje bancario de 1998, cuando se acusó a los hermanos Isaías de desviar a operaciones prohibidas el dinero entregado por el Banco Central. Su juicio duró más de dos décadas, pero finalmente en un recurso extraordinario de revisión, la justicia ecuatoriana determinó que no cometieron peculado.

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