El uniformado permanece en la cárcel 4 de Quito, y su audiencia se efectuará dentro de 30 días.
Una acusación de tentativa de asesinato al Presidente de la República, Rafael Correa, durante la revuelta del 30 de septiembre de 2010, pesa sobre Eduardo M., cabo primero de la Policía Nacional, quien decidió entregarse a la justicia.
Una hora después de la audiencia de vinculación de cargos, efectuada este viernes, el gendarme, de 37 años de edad, acudió a la casa de justicia y dijo que tomó la determinación porque asegura es 'inocente'. “Que me demuestren si estaba armado o incitando a la revuelta”.
Según explicó el fiscal Gustavo Benítez, el policía estuvo en la avenida Occidental, “comandando al grupo de personas que disparó contra el Presidente y luego comandó al grupo de personas que bajó corriendo a plagiar a los militares”.
Eduardo M. dejó constancia ante el juez Sexto de Garantías Penales, Frank Valverde, su buena intención de colaborar con la justicia. La decisión del juez fue dictar en su contra prisión preventiva y dar 30 días para la investigación. La esposa del uniformado, quien acudió a la audiencia, asegura que él es inocente.
Luego de realizar los trámites y someterse a los exámenes médicos, fue trasladado a la cárcel 4 de Quito. La Fiscalía advirtió que en este proceso de magnicidio se darán más vinculaciones en los próximos días.
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