El Gobierno de Daniel Noboa planea construir una nueva refinería de petróleo en Santa Elena

El Gobierno de Daniel Noboa planea construir una nueva refinería de petróleo en la provincia de Santa Elena. Esta semana, el viceministro de Hidrocarburos, Guilhermo Ferreira; el gerente general de Petroecuador, Roberto Concha; y el gerente de la empresa MV Refinerías S.A., Miguel Vásquez, firmaron un memorando de entendimiento que establece los lineamientos iniciales del proyecto.

El Ministerio de Energía y Minas indicó en redes sociales que el plan es edificar una refinería de conversión profunda, con una inversión de USD 3 600 millones y que genere, además, unas 5 000 plazas de trabajo hasta el 2029.

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El proyecto ya se había anunciado en enero de 2024 con la empresa estadounidense DRL Engineering, con sede en Houston, Texas. En esa época, se proyectaba procesar inicialmente hasta 80 000 barriles diarios de crudo y, en una segunda fase, hasta 160 000 barriles. Las proyecciones serían las mismas para este nuevo acuerdo, aunque el Gobierno no ha brindado mayores detalles.

MV Refinerías S.A. fue constituida en junio de 2024. Según consta en la Superintendencia de Compañías, cambió de denominación en noviembre de 2024, pues nació como Refinerías DRL S.A.S.

Los accionistas de MV Refinerías S.A. son Vásquez y David Robert Luetchford. Este último es el propietario de DRL Engineering. En la página web de la compañía estadounidense se señala que tiene más de 40 años de experiencia en el desarrollo de plantas y negocios petroleros.

Ecuador tiene tres refinerías de petróleo: Esmeraldas, La Libertad (Santa Elena) y Shushufindi (Sucumbíos). El país tiene capacidad de refinar hasta 175 000 barriles de crudo al día.

En la planta de Esmeraldas se pueden refinar hasta 110 000 barriles diarios; en La Libertad, hasta 45 000 barriles; y en Shushufindi, hasta 20 000 barriles.

Una refinería de conversión profunda es un tipo de planta que puede procesar crudos pesados y extraer de ellos productos más valiosos como diésel, gasolina o jet fuel, minimizando la producción de residuos como el fueloil o el asfalto.

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A diferencia de una refinería simple o de conversión media, una de conversión profunda cuenta con unidades avanzadas (como el craqueo catalítico, coquificación retardada o hidrocracking) que rompen las moléculas grandes y pesadas del crudo para transformarlas en otras más ligeras y útiles. Esto la hace más eficiente y rentable, especialmente cuando el petróleo disponible es de baja calidad.