Los injertos en la floricultura ecuatoriana crean rosas que rompen las reglas

La floricultura ecuatoriana ha convertido el injerto en su mayor obra maestra: rosas que no siguen patrones, sino que crean otros nuevos capaces de enamorar con un solo vistazo.

Con pétalos de colores intensos, formas inusuales y tallos resistentes a diversas condiciones climáticas, estas variantes de exportación son el resultado de un delicado proceso de injerto que combina ciencia y creatividad.

Todo comienza con una rigurosa selección de plantas en las fincas. Una vez identificadas, se procede a limpiar el tallo y realizar un corte en forma de "t", donde se inserta el brote de otra variedad.

Le puede interesar: Presidente de la Cámara de Acuacultura: "Respetamos el gusto de la señora Sheinbaum (sobre los camarones), aunque el mundo parece tener uno más refinado"

Este injerto se cubre cuidadosamente con cinta plástica de jardinería y, tras 120 días, los floricultores observan los primeros resultados.

"En caso de que no haya pegado el injerto se puede optar por una re injertación o por una adición de hormonas", comentó el floricultor Sebastián Espinoza.

Es así que, de un tallo que parece común, nace una flor que rompe las reglas. Los injertos se realizan principalmente con variedades de rosas de colores primarios, las más demandadas durante la época de San Valentín en mercados de Estados Unidos, Rusia y Japón.

De esta forma, la combinación de la “Freedom”, conocida por su intenso rojo, con la “Tara” de tonalidades amarillas, da lugar a la sorprendente “Silantoy”.

En esta rosa predomina un amarillo vibrante, y sus bordes se decoran con un llamativo rojo. La “Blush” es el resultado de unir la “Freedom” con la “spray”, logrando pétalos que alternan bordes rojos y un suave rosado en el resto.

Lea también: 1 400 empresas que operan en Ecuador compran materias primas y productos elaborados de México

Tiene 45 pétalos y alcanza un elegante tallo de 80 centímetros. La “Esperance”, un ejemplar blanco con delicados toques rosados en el centro de los pétalos, surge al injertar la pureza de la “Mondial” blanca con la “Freedom”.

Finalmente, la “Magictimes” rompe con los esquemas cromáticos habituales. Se obtiene al combinar la “Mondial” blanco puro con la “Spray” rosada. Sus pétalos lobulados forman un botón de hasta siete centímetros, convirtiéndola en una de las variantes más llamativas.

El arte del injerto ha permitido crear más de 450 combinaciones únicas, cautivando la atención de los amantes de las flores.