02 may 2016 , 11:21

Cosas desagradables que nadie te cuenta del embarazo

¿Te han contado que todo en el embarazo es fantástico? Pues no es así.

El embarazo es sinónimo de nueve meses maravillosos en los que tu cuerpo gesta a un futuro bebé que cambiará tu vida por completo. Todos te dicen que estás guapísima, resplandeciente, que no hay nada más bonito que sentir a tu niño o niña crecer dentro de ti.

En realidad, no todo es color de rosas ni fotos sonrientes con una silueta perfecta cual famosa de turno. 

Estreñimiento y gases

 

Sin estar embarazada, ya se sabe que el estreñimiento provoca gases, y que son insoportables. Durante la etapa de gestación todo eso se multiplica por dos. Se debe a una cuestión meramente hormonal, el cuerpo aumenta la progesterona, que a su vez reduce el tránsito intestinal normal, e hincha el vientre como consecuencia de las heces y gases acumulados ahí.

 

Muchas ganas de orinae

 

Los cambios hormonales empiezan a pasar factura desde las primeras semanas del embarazo, por lo que no es nada extraño que sientas muchas ganas de orinar continuamente. La sangre fluye muy rápido a los riñones, se llenan con mucha frecuencia por todo el agua necesaria que tomas para no deshidratarte, y es muy posible que en más de una ocasión se puedan escapar unas gotitas sin querer. 

 

Dolores por todas partes 

 

A medida que va avanzando el embarazo, el peso va aumentando y, claro, la espalda se resiente muchísimo. La parte de abajo se ve sometida a mucha presión, que va en aumento a medida que el útero se agranda y que tiene mucho que ver con los cambios hormonales.

 

Ronquidos fuertes

 

Posiblemente no hayas roncado nunca, pero durante el embarazo es muy probable que te despiertes mientras lo haces del susto. No es nada preocupante y tiene una explicación muy sencilla, ya que otra de las cosas que nadie te cuenta es que las hemorragias y congestiones nasales son muy frecuentes, como si estuvieras con un catarro, por lo que las vías se obstruyen y es muy complicado respirar bien por la nariz por las noches. 

 

Acné en la cara 

 

Ni si quiera en la adolescencia te habían salido tantos granos como ahora que estás embarazada, pero sí, los cambios de hormonas son los culpables directos. Puede que salgan por la cara, cuello, orejas, espalda y pecho, aunque suele desaparecer después del parto. Si te duele mucho lo mejor es que vayas al médico por si pudieras sufrir una infección bacteriana. 

 

Vómitos y náuseas 

 

Quizá de todas las cosas que no te cuentan del embarazo esta sea la que sí. Es difícil de evitar que si están dando náuseas no vayas al baño, además está aceptado por la sociedad. Aunque no todas las mujeres padecen estos síntomas, durante los primeros meses son mucho más comunes, aunque también pueden durar hasta que tengas al bebé. 

 

Sudores y muchos pelos

 

Si estás embarazada descubrirás que es totalmente cierto eso que decían a una persona que en un invierno tenía calor, el famoso "pareces que estás embarazada". Pues sí, los sudores serán continuos y tendrás que secarte la frente continuamente.

 

Mucha saliva

 

Es normal que sientas más saliva de la habitual en tu boca si estás embarazada, sobre todo cuando llegan las temidas y odiosas náuseas. Se dan durante los primeros meses y son causadas por los cambios hormonales que se producen en el cuerpo.  

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