27 mar 2014 , 08:07

Washington reduce a 90 el número de desaparecidos por el deslave

Organismos de búsqueda mantienen en 24 el número de fallecidos en el alud que afectó a dos poblados.

Los equipos de búsqueda y socorro concluyeron la lenta inspección de dos localidades arrasadas el sábado por un derrumbe que ha causado 24 muertos y al menos 90 desaparecidos en el estado de Washington (costa oeste de EE.UU.).

 

Las autoridades redujeron al acabar la quinta jornada de búsqueda de 176 a 90 la cifra de desaparecidos en el derrumbe, y mantuvieron en 24 la de muertos.

 

Además, no se ha podido comprobar dónde se encuentran ni tampoco si estaban en el lugar del suceso el sábado 35 personas que hasta ahora se contaban como desaparecidas.

 

El jefe de bomberos del Condado Snohomish, Travis Hots, había informado con anterioridad de que se confirmó la muerte de 16 personas y que se han localizado ocho cadáveres sin identificar que todavía no han sido recuperados.

 

El deslizamiento de tierra tras prolongadas lluvias sepultó bajo fango, rocas y troncos de árboles las viviendas de Oso, un poblado con 180 habitantes, y de Darrington, con unos 1.350 habitantes.

 

En algunos sitios la pila de fango y escombros alcanza diez metros de altura.

 

Entre las víctimas fatales identificadas se cuenta el excomandante de la Marina de Guerra John Regelbrugge, cuyo cuerpo recuperaron sus dos hermanos que se habían sumado a las labores, dificultadas por la inestabilidad del terreno.

 

Poco después, los socorristas hallaron el cuerpo de la esposa de Regelbrugge, Kris, madre de cinco hijos.

 

El director del Departamento de Emergencias del Condado, John Pennington, dijo en conferencia de prensa que, aunque se ha solicitado la ayuda de un equipo forense del estado para identificar víctimas, todavía persiste la esperanza de hallar a más pobladores con vida.

 

El canal KIRO-TV de la televisión local informó de que los equipos de socorro recibieron otras cuarenta bolsas para el traslado de cadáveres.

 

"Esto habla por sí mismo de la situación", comentó Pennington.

 

Las tareas de búsqueda se complicaron ayer, martes, por el empeoramiento de las condiciones meteorológicas, pero contaron con la ayuda de equipos de la Guardia Nacional de Ejército, de Washington, y de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias.

 

Uno de los voluntarios sufrió heridas ayer por el impacto de los escombros levantados por las hélices de un helicóptero. La portavoz de la policía del Condado, Shari Ireton, indicó que el hombre fue llevado a un hospital local y que sus lesiones eran menores.

 

Dado que el deslizamiento bloqueó el curso del río Stillaguamish las autoridades extendieron su advertencia de posibles inundaciones río arriba, y de aluviones río abajo si el dique formado por rocas y fango se desmorona.

 

Mientras la búsqueda de sobrevivientes y de cadáveres entra en el quinto día, los medios locales han empezado a publicar los antecedentes que advertían a los pobladores sobre los peligros de deslizamientos de tierra en el área.

 

Un informe de 2010 encargado por el Condado Snohomish en cumplimiento de una ley federal, advirtió de que los caseríos y poblaciones a lo largo del río Stillaguamish se contaban entre las áreas con más riesgos para este tipo de alud.

 

El informe de la firma Tetra Tech de ingeniería y agricultura señaló, según el diario The Seattle Times, que la colina que se derrumbó el sábado era una de las más peligrosas.

 

Pennington indicó que las autoridades locales han mantenido su vigilancia y han repetido sus advertencias y que los dueños de propiedades "eran muy conscientes del potencial de deslizamientos".

 

La zona ha sido conocida por mucho tiempo como "el deslizadero Hazel" por la frecuencia de derrumbes en el último medio siglo. El mayor, antes del ocurrido el sábado, fue en 2006. 

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