Vuelo con rumbo a Alicante aterriza de emergencia debido a pasajeros ebrios

Un vuelo de Ryanair que cubría la ruta entre Londres-Luton y Alicante se vio obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en Toulouse (Francia) debido al comportamiento de un grupo de pasajeros. Los hombres, que celebraban una despedida de soltero, habían comenzado a causar problemas incluso antes del despegue, ignorando los protocolos de seguridad, moviéndose por la cabina e intercambiando asientos de forma desordenada, según relataron varios testigos.

La situación se tornó crítica una vez que el avión estuvo en el aire. Los pasajeros, en un avanzado estado de embriaguez, continuaron con el desorden, manteniendo conversaciones inapropiadas a alto volumen y consumiendo alcohol. El pánico se apoderó de la aeronave cuando uno de los implicados, descrito como "muy borracho", intentó abrir la puerta de emergencia mientras el avión se encontraba en pleno vuelo. Ante el riesgo inminente, el piloto no tuvo más remedio que desviar el vuelo hacia el aeropuerto más cercano.

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Al aterrizar en Toulouse, el avión fue recibido por una unidad de la Compañía de Gendarmería de Transporte Aéreo francesa. Los agentes ingresaron a la aeronave y procedieron a desalojar y detener al pasajero que había intentado abrir la puerta, quien mostró una fuerte resistencia. Además de él, otros cuatro hombres del grupo de la despedida de soltero fueron sacados del avión debido a su comportamiento. Los demás pasajeros del vuelo celebraron con aplausos y vítores la intervención policial, en un claro gesto de alivio colectivo.

El principal implicado en los disturbios, el hombre que intentó manipular la puerta de emergencia, fue detenido y puesto bajo custodia de la Policía de Fronteras. Enfrenta cargos graves que podrían acarrearle una pena de hasta cinco años de cárcel, ya que su acción puso en grave riesgo la seguridad del vuelo. Fuentes cercanas a la investigación señalaron que el detenido tenía un nivel de alcohol en sangre tan alto que las autoridades tuvieron que esperar varias horas antes de poder interrogarlo.

Ryanair emitió un comunicado confirmando el desvío y reiterando su política de "tolerancia cero" con las conductas indebidas de los pasajeros. La aerolínea destacó que su tripulación actuó con profesionalidad y rapidez al solicitar la asistencia policial para garantizar que todos los pasajeros y la tripulación puedan viajar en un entorno seguro y sin estrés. El caso ha quedado en manos de la policía local para que se apliquen las consecuencias legales correspondientes a los responsables.

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