Suecia: Primer ministro usa ChatGPT cuando necesita una segunda opinión

Las críticas iniciaron cuando el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, admitió que usa herramientas de inteligencia artificial, como ChatGPT, para obtener una segunda opinión. Estas declaraciones provocaron el descontento de miembros de la sociedad civil, quienes, molestos, aludieron que no votaron por ChatGPT.

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Esta declaración generó dudas sobre la información que se ingresa a la aplicación de inteligencia artificial y los riesgos de usarla con fines políticos en una nación. Según expertos en tecnología, los riesgos no solo radican en una posible filtración de información, sino también en que estas inteligencias artificiales suelen proporcionar respuestas poco precisas, lo que representaría un peligro si se toman decisiones de Estado basándose en sus respuestas.

Las aplicaciones de inteligencia artificial aprenden en cada conversación; por lo tanto, si se les enseña sobre un tema de forma concisa, almacenarán esa información en su base de datos y la usarán posteriormente cuando sea necesario. Esto implica que, si se tratan temas sensibles, estos podrían ser divulgados a otros usuarios.

El vocero del primer ministro sueco, Tom Samuelson, salió en defensa y declaró que Kristersson no corría ningún riesgo al usar IA: “Por supuesto, no se trata de información confidencial. Es más bien una guía”, declaró a medios de comunicación locales.

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