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Numerosos soldados sursudaneses patrullan una calle en Juba. Foto: EFE -
Pieng Deng Kuol -
Ban Ki-moon
Los insurgentes ganan terreno, después de que el jueves pasado tomaran la ciudad de Bor.
El embajador de Sudán del Sur en Jartum, Mayan Dot, reconoció este domingo que los rebeldes han tomado el control del estado de Unidad, limítrofe con Sudán y rico en petróleo, tras intensos combates contra las fuerzas gubernamentales.
En una rueda de prensa en la capital sudanesa, Dot señaló que los partidarios del exvicepresidente Riak Mashar, acusado de perpetrar un fallido golpe de Estado el pasado 15 de diciembre, controlan Unidad y el estado de Jonglei, el mayor del país.
No obstante, el embajador garantizó el suministro de petróleo y sostuvo que las instalaciones petrolíferas y los oleoductos que llevan el crudo a Sudán para su exportación "no han sido afectados por los enfrentamientos".
En ese sentido, aseguró haber hablado con el ministro sursudanés de Petróleo, Hon Stephen Dau, quien le aseguró que la producción actual de crudo en el país asciende a 250.000 barriles diarios.
De esa cantidad, 170.000 barriles se producen en el estado de Alto Nilo, vecino a Unidad y dominado por las autoridades, señaló Dot, que agregó que en Unidad se producen los otros 80.000 barriles.
El diplomático señaló que el Ejército controla la situación en ocho de los diez estados de Sudán del Sur y mostró su confianza en que pronto recuperará las zonas que han caído en manos de rebeldes.
Dot describió lo que ocurre actualmente en el país como una "semiguerra civil", debido sobre todo a los graves choques que han estallado en Jonglei y Unidad, y consideró que la solución pasa por un diálogo profundo.
Los insurgentes ganan terreno, después de que el jueves pasado tomaran la ciudad de Bor, capital de Jonglei.
El conflicto, que ha causado cientos de muertos desde el día 15, está marcado por la violencia étnica, ya que el presidente sursudanés, Salva Kir, pertenece al clan Dinka, y el exvicepresidente Mashar, al Lou Nuer.
El joven país afronta el mayor desafío desde su nacimiento en julio de 2011, tras independizarse de Sudán, con un futuro incierto debido a la brecha abierta entre ambos bandos.
Conflicto hace peligrar su independencia
El presidente de EE.UU., Barack Obama, advirtió hoy a los líderes de Sudán del Sur que la "continua violencia" pondrá en peligro al pueblo sursudanés y el "duro proceso de independencia", e instó a llevar a cabo negociaciones "pacíficas".
"El presidente subrayó la urgencia de ayudar a respaldar los esfuerzos para resolver las diferencias en Sudán del Sur a través del diálogo", indicó el mandatario en un comunicado divulgado por la Casa Blanca.
"El conflicto solo puede ser resuelto a través de negociaciones pacíficas. Cualquier esfuerzo para alcanzar el poder a través del uso de la fuerza militar resultará en el fin del prolongado apoyo de los EE.UU. y la comunidad internacional", agregó Obama.
Ban Ki-moon pide el fin de la violencia
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió hoy el cese inmediato de la violencia en Sudán del Sur e instó a las partes beligerantes a resolver sus diferencias a través del diálogo.
"Pido a todos los líderes políticos, militares y de las milicias que detengan las hostilidades y pongan fin a la violencia contra civiles", dijo Ban en una rueda de prensa en Manila al termino de una visita en Filipinas.
Ban alertó que el conflicto armado amenaza a miles de civiles y llamó al presidente sursudanés, Salva Kiir, y al destituido vicepresidente y líder rebelde, Riek Machar, a negociar una salida política a la crisis.
"Les pido que hagan todo lo que este en su poder para garantizar que a sus seguidores les llega alto y claro el mensaje de que la continua violencia, étnica o de cualquier otro tipo, es totalmente inaceptable y supone una peligrosa amenaza para el futuro de su joven país", añadió Ban.
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