Crece la violencia en Bolivia: tres policías muertos en choques con bloqueadores afines a Evo Morales

Las tensiones políticas y sociales en Bolivia se intensificaron tras la muerte de tres policías durante enfrentamientos con manifestantes afines al expresidente Evo Morales, en la localidad minera de Llallagua, al norte de Potosí, según reportes de la prensa local citados por Reuters y El Potosí, los uniformados fueron atacados con armas de fuego cuando intentaban intervenir en un punto de bloqueo.

Los oficiales fallecidos fueron identificados como los subtenientes Jorge Barrozo Rodríguez y Carlos Enrique Apata Tola, y el sargento segundo Jesús Alberto Mamani. Un capitán permanece en estado crítico, y además, los manifestantes quemaron un bus policial, tomaron rehenes y obstaculizaron la atención médica a los heridos.

Lea más: India: en el avión estrellado viajaban 169 indios, 53 británicos y 7 portugueses

Las protestas, que ya llevan más de diez días, surgieron tras la inhabilitación de Morales como candidato presidencial por una sentencia que limita la reelección a dos mandatos. Sus seguidores también exigen la renuncia del presidente Luis Arce, a quien culpan de la crisis económica que atraviesa el país.

En Cochabamba, también se registraron choques violentos entre bloqueadores y fuerzas del orden. La Policía respondió con gases lacrimógenos, mientras los manifestantes lanzaban piedras y petardos, según informa el medio Infobae.

Mientras tanto, Evo Morales permanece en su bastión de Cochabamba, resguardado por simpatizantes, aunque niega liderar los bloqueos, advirtió que cualquier intento de desbloqueo provocará mayor rebelión.

Lea más: Colombia: Nueva explosión sacude el Valle del Cauca en medio de ola de violencia

El presidente Arce descartó renunciar y anunció una estrategia conjunta entre Policía y Fuerzas Armadas para restablecer el orden. “No vamos a dejar que ganen quienes no quieren elecciones ni democracia”, declaró en un mensaje televisado.

A dos meses de los comicios, Bolivia enfrenta una creciente presión interna. Escasez de combustibles, alza en los precios de la canasta básica y paralización de rutas han agudizado el malestar, lo que ha llevado a algunos sectores a pedir la declaración de estado de excepción.