06 jul 2017 , 10:08

Mueren 28 reos en una cárcel de México por "riña" entre bandas criminales

El enfrentamiento ocurrió en una cárcel del violento estado de Guerrero.


Veintiocho reos murieron el jueves 6 de julio de 2017 durante una "riña" al interior de una cárcel del turístico puerto de Acapulco, en un episodio más de la crisis que viven las prisiones de México desde hace años por el yugo de las bandas criminales y la corrupción.

 

Los cadáveres de los presos quedaron esparcidos en la cocina, un patio y en el área de visitas conyugales del centro de reinserción social de Las Cruces, una cárcel del violento estado de Guerrero (sur), dijo en conferencia de prensa Roberto Álvarez, vocero local de Seguridad.
 

La pelea se inició en la madrugada "por la pugna permanente de grupos contrarios en el interior del penal", precisó.
 

Las autoridades sometieron a investigación a todos los guardias y funcionarios del penal, mientras la Policía Estatal, la Policía Federal y el Ejército mantienen actualmente "el control de todas las áreas y módulos", así como de su perímetro externo, aseguró Álvarez.
 

El centro penitenciario fue rodeado por un retén de policías antimotines y era sobrevolado por dos helicópteros oficiales, mientras los desesperados familiares de los presos se arremolinaban pidiendo información sobre sus allegados.
 

Además de los 28 muertos, otros tres reos resultaron heridos, precisaron las autoridades, que en un principio habían informado de cinco muertos.
 

Entre disparos y degollados
 

El enfrentamiento entre grupos delictivos rivales ocurrió en el módulo de alta seguridad de este penal, que alberga a reclusos que purgan delitos de orden federal.

 

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Guardias penitenciarios reportaron que al menos cuatro de las víctimas habían sido degolladas, según un reporte interno de la Policía Estatal.
 

El mismo informe refiere que, casi una hora después de iniciada la riña, también se escucharon detonaciones de arma de fuego en los dormitorios de máxima seguridad y posteriormente unos 500 presos se concentraron en el patio principal de forma pasiva. 
 

Sin embargo, las autoridades no han confirmado hasta el momento que los reos tuvieran armas de fuego.
 

Guerrero es uno de los estados más pobres de México y uno de los más golpeados por el narcotráfico y el crimen organizado, en medio de las disputas por el control de territorios y actividades delictivas entre diversas bandas criminales.
 

Cárceles en crisis
 

Desde hace años, las cárceles de México viven una crisis marcada por motines, asesinatos, fugas y violencia, en un ambiente de hacinamiento, corrupción y bajo el autogobierno de bandas criminales.
 

Uno de los peores episodios fue la masacre del año pasado en el centro penitenciario de Topo Chico (Nuevo León, noreste), que dejó 49 muertos por una pelea. 
 

Este año se han registrado balaceras, incendios y hasta el escape de 29 reos en varias prisiones de Tamaulipas (noreste). 
 

En este mismo estado, al menos siete personas murieron en junio, tres de ellas policías, en un operativo policial para recuperar el control del penal de Ciudad Victoria, que ya había sido escenario de fugas y enfrentamientos entre reos.
 

De Sinaloa (noroeste) huyó en marzo el hijo de Juan José Esparragoza, uno de los fundadores del poderoso cártel de Sinaloa, y en la memoria están las dos espectaculares huidas en 2001 y 2015 de Joaquín "El Chapo" Guzmán, líder de ese cártel y uno de los mayores narcotraficantes del mundo.
 

Las cárceles mexicanas, principalmente las que están bajo el control de gobiernos estatales, son escenario de motines, asesinatos o fugas, un problema que ha señalado en varias ocasiones la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.

 

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