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Más de 300 personas han muerto en Siria en apenas una semana.
Muchos son niños que cayeron tras el más reciente bombardeo que destruyó una escuela de Alepo.
En medio de la tragedia de una guerra civil que ha cobrado más de 100 mil vidas hay escenas que conmueven, como el rescate de dos niños entre los restos de su escuela.
El local fue blanco del más reciente ataque con helicópteros atribuido al ejército sirio, mientras en otras zonas de la provincia de Alepo, se escuchan explosiones como la provocada por coches bomba que se ha dicho fueron detonados por los rebeldes, a lo que se suman las acciones de grupos vinculados a Al Qaeda que ponen a Siria fuera de control.
De los 300 muertos en una semana, solo 30 eran combatienes, el resto civiles, de ellos casi 100 niños.
Los ataques contra las escuelas obligaron a que se ordene una suspensión de clases, la evacuación de los heridos desde las zonas afectadas es una prioridad, pero también una labor de riesgo pues los bombardeos no se detienen.
Se denuncia además que los centros hospitalarios sufren por la escasez de medicamentos.
La ofensiva por aire ha causado gran destrucción en tres barrios de la periferia de Alepo en una guerra que parece no tener fin.
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