14 ene 2014 , 05:59

Un lío de faldas en Francia

   

La revista Closer publicó un reportaje sobre la relación entre el presidente de Francia y una actriz

Desde que la revista Closer clic publicó un amplio reportaje sobre la supuesta relación secreta del mandatario con la actriz Julie Gayet, parece que no puede hablarse de otra cosa en la nación gala.


La actriz Julie Gayet, con quien la revista Closer vincula sentimentalmente al mandatario francés

La publicación dijo, entre otros detalles, que la visitaba con frecuencia de noche, en un apartamento al que llegaba en moto, y que en la mañana un guardaespaldas le dejaba el desayuno.

Este martes, en una rueda de prensa pautada con anterioridad para efectuar anuncios económicos, Hollande dijo estar pasando por "un momento difícil", pero se negó a ahondar en la materia, con el argumento de que se trata de algo privado.
 

El mandatario francés no es el primer político, ni será el único, que se ve en el trance de lidiar con asuntos del corazón como si se tratara de un asunto de Estado.
 

"Sospechoso"

No sé ahora, pero hubo un tiempo en que en ciertos países de América Latina se consideraba hasta "sospechoso" que al presidente de turno no se le conociera amante, querida, o barragana.
 

La que, ocasionalmente, o ejercía una importante influencia en los asuntos de gobierno o directamente los manejaba.

En ese rincón del planeta, informar en la prensa sobre el asunto era cuestión de muchos dilemas. Más que nada, por las consecuencias que semejante atrevimiento podría tener para el medio de comunicación en términos "informales": desde el retiro de publicidad oficial hasta presiones sobre los varios negocios que, según suele suceder, manejaban los grandes magnates de la información.

Tampoco es novedad en Francia, donde –a diferencia de naciones más conservadoras- no sorprende ni ruboriza que el primer mandatario u otros personeros del alto gobierno mantengan relaciones extramaritales o tengan compañeras sentimentales.

 

(Después de todo, la cosa tiene sus antecedentes: desde su precedesor, Nicolas Sarkozy y su relación con la actriz Carla Bruni, hasta las madames del rey Luis XV).
 

En el caso de Hollande, además, hay un historial: después de todo, se separó hace seis años de la líder socialista Segolene Royal, madre de sus hijos, para hacer vida con su pareja, la periodista Valerie Trierweiler, a quien se considera la primera dama de Francia, aunque no están oficialmente casados.
 

Antes de estar con Valerie Trierweiler, Hollande mantuvo una relación con la líder socialista Segolene Royal.
 

Hasta ahora, no hay indicación de que la supuesta relación con Gayet afectara directamente las decisiones políticas, como decíamos que se han visto casos en América Latina.
 

Así que, ¿cuál es el escándalo? Además de que, según se ha informado, la novia oficial se enteró repentinamente y fue a parar clic al hospital –lo que da al desliz de Hollande consecuencias tangibles sobre otro ser humano- los problemas son dos: violación de la privacidad y momento.
 

Entre lo público y lo privado

En Francia, hay una especie de celo entre los medios de comunicación tradicionales hacia respetar la vida privada de los funcionarios electos.

 

Y la existencia de leyes muy estrictas que penalizan violaciones en este sentido ayuda a esta suerte de acuerdos de silencio se respeten.

Closer es la misma revista que clic publicó fotos de la duquesa de Cambridge, Kate Middlenton, topless, o sin la pieza superior de su traje de baño. Como otras de su tipo, contempla en su presupuesto partidas para enfrentar cargos en tribunales.
 

En este caso, sin embargo, la publicación asegura que no la animaba el deseo de crear escándalo y vender revistas, sino la convicción de que la información es de interés público.
 

"¿Hay un riesgo de seguridad en el hecho de que el presidente de Francia se mueva por París en una moto? ¿Era vulnerable a un ataque o a un secuestro? ¿Se quedaban los guardaespaldas con él durante la noche? ¿Quién es el dueño del apartamento? ¿Se trata de alguien de confianza? ¿Qué hubiera pasado si la información se filtraba a enemigos del presidente? ¿Son estos riesgos que debería estar tomando un presidente? ¿Hay funcionarios públicos encubriendo esta situación?", son algunas de las preguntas que los periodistas franceses no podrán legítimamente evitar –acuerdo de silencio o no-, según el editor para Europa de la BBC, Gavin Hewitt.
 

Añádase a la ecuación la cuestión del momentum: Hollande atraviesa una etapa mala en términos de popularidad, de la mano de otro igualmente mala para la economía, a la cual pretende hacer frente a través de una serie de reformas al Estado, de la mano de incentivos tributarios.
 

"La credibilidad es clave y la vida personal del presidente ha quedado ligada a ella", escribe Hewitt.
 

Así que, ¿hizo un servicio público el tabloide con la publicación del reportaje de marras?

"Las telenovelas no tumban gobiernos", dijo una vez un conocido escritor venezolano del género.

Esta "telenovela" de la vida misma apenas comienza.

 

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