13 ene 2025 , 18:17

¿Cómo será la relación Maduro-Trump en este nuevo mandato y qué podemos esperar?

La relación entre Nicolás Maduro y Donald Trump inicia un nuevo capítulo marcado por la incertidumbre.

   

El primer mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos (2017-2021) se caracterizó por una política de máxima presión hacia Venezuela, marcada por sanciones económicas y diplomáticas.

En 2019, tras las cuestionadas elecciones presidenciales de 2018, Washington reconoció a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela y endureció las sanciones contra la estatal petrolera PDVSA, además de suspender los vuelos comerciales entre ambos países. Este periodo profundizó las tensiones entre Washington y Caracas, que ya venían deterioradas desde 2015.

Maduro respondió rompiendo relaciones diplomáticas con Estados Unidos y cerrando la embajada estadounidense en Caracas, mientras que Washington estableció una Unidad de Asuntos de Venezuela en su embajada en Bogotá.

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Nuevo mandato de Trump: ¿línea dura o pragmatismo?

Con la reciente reelección de Nicolás Maduro, no reconocida por Estados Unidos y gran parte de la comunidad internacional, y la inminente toma de posesión de Trump para un nuevo periodo presidencial, surgen dudas sobre cómo se desarrollará la relación entre ambos líderes.

Algunos analistas, como Michael Shifter, creen que Trump podría adoptar un enfoque más transaccional, buscando acuerdos pragmáticos con Maduro. Posibles áreas de negociación incluyen la migración, con propuestas para deportar venezolanos en situación irregular a cambio de un relajamiento de sanciones o inversiones específicas.

No obstante, Shifter considera probable que Trump mantenga una retórica dura contra el chavismo, buscando equilibrar acuerdos estratégicos con un discurso crítico hacia el gobierno venezolano.

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Factores que refuerzan la línea dura

Por otro lado, figuras clave en el equipo de Trump, como Marco Rubio, designado secretario de Estado, apuntan a una continuidad de la política de máxima presión. Rubio ha sido un crítico feroz de Maduro, calificándolo como un "criminal" y pidiendo medidas drásticas, como alertas rojas de Interpol y recompensas por su captura.

Otros actores en el gabinete, como Mauricio Claver-Carone y Christopher Landau, también respaldaron esta postura en el pasado, lo que refuerza la posibilidad de una línea intransigente.

Maduro busca un "nuevo comienzo"

Desde Caracas, Maduro ha señalado la posibilidad de un "nuevo comienzo" en las relaciones bilaterales, abogando por una política de "ganar-ganar" que beneficie tanto a Venezuela como a Estados Unidos y al resto de América Latina.

Sin embargo, Beningo Alarcón, director del Centro de Estudios Políticos de la Universidad Católica Andrés Bello, considera que reforzar la posición de Maduro no resolverá los problemas estructurales que generan la crisis migratoria venezolana.

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Con Trump asumiendo nuevamente la presidencia y Maduro buscando consolidar su posición, las relaciones entre ambos países enfrentan un momento decisivo. Si bien persisten las tensiones, no se descartan negociaciones pragmáticas que equilibren intereses estratégicos con la presión política.

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